Los presos políticos de la prisión de Bünyan en Kayseri, Turquía, han sido agredidos por los guardias. Así lo informó Şaban Kaygusuz en una conversación telefónica con su familia el miércoles. El joven, de 24 años, tiene reconocida una discapacidad severa del noventa por ciento, teniendo solamente una mano y un pie. El ex guerrillero fue capturado en agosto de 2018 durante una operación militar del ejército turco en Siirt, gravemente herido.

Kaygusuz contó a sus familiares que el ataque de los guardias tuvo lugar el 23 de enero. Su compañero de prisión, Yücel Hazar, acabó con el pie roto. Según Kaygusuz, el personal de la prisión quería obligar a los presos a repetir el eslogan nacionalista “Feliz quien se llama a sí mismo turco”. Cuando los presos cambiaron la palabra “turco” por “kurdo”, la situación se agravó. Kaygusuz declaró que los ataques a los presos se producen por orden del director de la prisión, Ali C, y que no están a salvo. Kaygusuz le pidió a su familia que hiciera públicos los hechos.

Su hermano, Muhammed Kaygusuz, declaró tras la llamada telefónica: “Condenamos la acción contra una persona con una discapacidad del noventa por ciento. Este trato es un crimen contra la humanidad. Todos los días oímos hablar de muertes en las cárceles turcas. Estamos muy preocupados. Los responsables deben cumplir con sus responsabilidades y las organizaciones de derechos humanos deben investigar las condiciones en prisión”.

Ali Saday, encarcelado en la misma prisión, también denunció los malos tratos recibidos porel personal penitenciario durante una llamada telefónica con sus familiares el 24 de enero.