En Mardin continúa la resistencia popular contra la usurpación de los municipios. Los manifestantes se reunieron a la entrada del barrio de İstasyon y portaron una pancarta en la que se podía leer: "El fideicomisario es un golpista, no toquen mi voluntad". El co-portavoz del Congreso Democrático de los Pueblos (HDK), Ali Kenanoğlu, y los diputados del Partido de la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (DEM), Saliha Aydeniz y Beritan Güneş Altın, participaron en la manifestación del viernes.
En su intervención, Devrim Demir, co-alcalde electo de la municipalidad metropolitana de Mardin, señaló que el pueblo ha estado luchando contra la usurpación de su voluntad desde la destitución de quienes fueron elegidos democráticamente. Subrayando que no renunciarán a su voluntad, Devrim Demir declaró: “Quienes usurparon nuestra voluntad hoy deben saber bien que no lo hemos aceptado ni lo aceptaremos. Continuamos trabajando entre nuestro pueblo y seguiremos haciéndolo. No nos doblegaremos ante esta política que no reconoce nuestra voluntad y nuestra identidad. Continuaremos nuestro trabajo de formas alternativas entre nuestro pueblo y haremos crecer nuestra organización”.
En su intervención, el co-portavoz de HDK, Ali Kenanoğlu, señaló que la política de los fideicomisarios suspendió la democracia. Subrayando que el gobierno quiere diseñar el país con el deseo de un régimen unipersonal, Kenanoğlu señaló que se está atacando la voluntad política del pueblo kurdo. Continuó: “En toda la geografía del Kurdistán, hemos visto que los fideicomisarios se han encarcelado a sí mismos. El pueblo es libre y está en prisión. No pueden salir de detrás de las barreras de hormigón y hierro porque saben que lo que hacen no es legítimo y no favorece al pueblo”.
Kenanoğlu afirmó que los administradores fueron condenados por el pueblo: “El oro en las joyerías, los baklavas... Occidente reconoció al administrador por esas fotos. No sabían lo que era un administrador en la parte occidental del país. Conocieron a los administradores cuando este robo y las investigaciones, acusaciones y despidos se extendieron al oeste. Con la usurpación del municipio de Esenyurt, también aprendieron cómo se realizaba este trabajo con engaños”.
Kenanoğlu llamó la atención sobre la inestabilidad y el malestar en el país y criticó el presupuesto asignado para la guerra. Concluyó: “No hay otra solución que vivir juntos en una patria común. Por eso, en lugar de operaciones diarias en las que se detiene a políticos y artistas, tenemos que pensar y proponer juntos cómo podemos establecer una paz duradera en estas tierras”.
Kenanoğlu añadió que continuarán su lucha para frustrar la guerra y las políticas fiduciarias del gobierno.