A la presa política kurda Zeinab Jalalian, condenada a cadena perpetua por Irán y encarcelada desde hace 17 años, se le ha negado el derecho a visitar a su familia por orden del Ministerio de Información.

Zeinab Jalalian, que fue trasladada a la prisión de Yazd hace cuatro años, sólo ha podido ver a su familia una vez.

Según la información proporcionada por la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), después de que Zeinab Jalalian solicitara reunirse con su familia a principios de la semana pasada, las autoridades penitenciarias dijeron que las visitas estaban prohibidas por instrucciones del Ministerio de Información.

La familia, que fue de Maku a Yazd para ver a Zeinab, se vio obligada a regresar a casa sin verla.

También se supo que a Zeinab Jalalian, que fue trasladada al hospital la semana pasada, se le pidió que fuera examinada esposada a pesar de todas las objeciones y no fue atendida porque se negó.