Grecia afirmó que quería empezar a enviar a 10.000 inmigrantes a Turquía, después de un incendio mortal seguido de protestas en un campo superpoblado en la isla de Lesbos.

La decisión, tomada en una reunión de emergencia del Gabinete, se produjo cuando las autoridades griegas y extranjeras pidieron que se tomaran medidas para aliviar la presión sobre los abarrotados campamentos de migrantes que se extienden por las islas del mar Egeo.

En un comunicado, el gobierno dijo que Atenas quiere devolver 10.000 inmigrantes a Turquía para finales de 2020. Eso aumentaría la cifra de los "1.805 devueltos en los 4,5 años bajo el anterior gobierno de Siria", añade la declaración.

El gobierno conservador del primer ministro Kyriakos Mitsotakis ya ha anunciado más patrullas navales en el Egeo, centros de internamiento para migrantes a los que se les ha denegado el asilo y planes para revisar el sistema de asilo, añade la declaración.

Las autoridades griegas también confirmaron la muerte de una mujer en el incendio del domingo en Moria, el campamento de migrantes más grande de Europa, que cuenta con instalaciones para 3.000 personas pero que alberga a unas 13.000 personas.

Los medios de comunicación griegos informaron de que se había encontrado junto a la mujer una manta quemada que posiblemente contenía los restos carbonizados de un bebé.

Otros 17 migrantes heridos, entre ellos dos niños, fueron trasladados el lunes a un hospital de la isla de Mytilene, según el Ministerio de Salud.

Boris Cheshirkov, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) en Grecia, pidió mejores condiciones en Moria y transferencias más rápidas de migrantes fuera de la isla, describiendo la situación como "crítica".

El alcalde de Lesbos, Stratos Kytelis, también pidió que se alivie la presión sobre las islas.

Sin embargo, la agencia de ayuda Oxfam argumentó que el incendio fatal del domingo fue una consecuencia de la política migratoria de la UE.

"Las personas que llegan a Grecia deberían ser reubicadas en alojamientos seguros en toda la UE, no hacinadas en espacios peligrosos donde su vida corre peligro", dijo Renata Rendon, jefa de la misión de Oxfam en Grecia.

El Comisario de Migración de la UE, Dimitris Avramopoulos, visitará esta semana Grecia y Turquía con los Ministros del Interior de Alemania y Francia para debatir la crisis.

El campamento de Moria se ha convertido en una pequeña ciudad, con tiendas de campaña de la agencia de refugiados de la ONU para unas 8.000 personas que se extienden por los campos de olivos de la aldea cercana. Otros se alojan en barracones.

Grecia acoge a unos 70.000 refugiados y migrantes, en su mayoría sirios, que han huido de sus hogares desde 2015, cruzando desde la vecina Turquía.

Alrededor de 10.000 personas han aterrizado en Lesbos sólo en los últimos tres meses, dijo el gobierno griego.