El Presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, declaró en una entrevista televisada que "la UE no será responsable de un retorno de la violencia en Irlanda". 

Cuando se le preguntó si el hecho de que Brexit sin acuerdo conduciría al retorno de una frontera dura entre el norte y el sur de Irlanda, respondió brevemente: "Sí, habrá una frontera dura en Irlanda." 

El líder europeo también criticó a los políticos británicos que han olvidado el pasado y Los Acuerdos del Viernes Santo, que trajeron la paz a la isla, y predijo que "la historia se repetirá rápidamente".

En el referéndum de Brexit, la mayoría de la población de Irlanda del Norte votó en contra, al igual que en Escocia, a diferencia de Gales e Inglaterra, donde triunfó el "sí".

El restablecimiento de una frontera entre el norte y el sur de Irlanda tendría enormes repercusiones económicas y sociales, especialmente para la población del norte de Irlanda sin distinción de comunidades, ya que impediría la libre circulación de personas y mercancías que existe actualmente.

Por su parte, el partido republicano Sinn Fein ya anunció hace unos meses su intención de promover un referéndum en el norte de Irlanda con el objetivo de aprobar la reunificación de la isla, una opción factible si también se considera que demográficamente la población republicana ya supera ligeramente a la población unionista.