La deforestación llevada a cabo por guardias locales bajo supervisión militar en las montañas de Cudî, Gabar y Cilênimêja, así como en las regiones de Besta, Komato y Qaşuran en Şırnak, Kurdistán Norte (Bakur, en kurdo), ha continuado ininterrumpidamente durante cinco años. A medida que las áreas forestales son destruidas una a una, la región se está convirtiendo en un páramo. En la montaña de Gabar, las obras iniciadas hace tres años con el pretexto de la "exploración petrolera" han dejado la región completamente desolada.

En los últimos días, la tala de árboles en la montaña de Gabar se ha extendido a diferentes zonas. Nuevas imágenes muestran árboles talados apilados a lo largo de kilómetros en las aldeas de Basra Hilareş y Kölen Pınar. Los árboles talados se están recolectando en una zona con tractores. Las imágenes también revelan la magnitud del daño ecológico en la región