El Campeonato Europeo de Fútbol celebrado en Alemania fue testigo de cómo aficionados turcos hacían el ultranacionalista "saludo del lobo" y coreaban consignas racistas afiliadas a la organización "Lobos Grises". Los "Lobos Grises" y sus organizaciones afiliadas están prohibidas en varios países europeos, como Francia, pero no en Alemania. Y ello a pesar de que se considera el mayor movimiento de extrema derecha de Alemania.
En el incidente más reciente, el futbolista turco Merih Demiral hizo el "saludo del lobo", tras marcar un gol en un partido de la Copa de Europa entre Turquía y Austria disputado en la ciudad alemana de Leipzig el 3 de julio.
El sociólogo y politólogo Kemal Bozay explica que el movimiento "ultranacionalista, racista y violento" de los Lobos Grises existe en Turquía desde hace más de cinco décadas. También está presente en Alemania con numerosas organizaciones vinculadas. Bozay, que tiene raíces kurdas, afirma que los Lobos Grises en Alemania "exacerban las tensiones entre las personas de origen turco y kurdo y van en contra del principio de dignidad humana formulado en la Ley Fundamental [de Alemania]". Según Bozay, "han intensificado sus actividades en los últimos años".
La Confederación de Comunidades Kurdas de Alemania (KON-MED) y la Sociedad para los Pueblos Amenazados se encuentran entre los que exigen la prohibición, citando el papel de la organización en la promoción del nacionalismo étnico y el apoyo a las acciones militares de Turquía contra grupos kurdos.
El partido de izquierdas alemán Die Linke también se ha unido a las peticiones de prohibición de los Lobos Grises, declarando que "si un futbolista en Alemania puede saludar impunemente a extremistas de derechas, eso debe ser una llamada de atención para el gobierno alemán". El diputado kurdo de Die Linke Cansu Özdemir añadió que "el racismo es un elemento central de la ideología de los Lobos Grises" y que los seguidores de la organización son responsables "de varios asesinatos e intentos de asesinato en Alemania, entre ellos de activistas turcos y kurdos". El grupo también está vinculado a numerosos ataques a asociaciones, así como a la intimidación de miembros de la oposición y críticos con el presidente turco Erdoğan".