Los partidos políticos de Gran Bretaña e Irlanda han instado al primer ministro británico, Boris Johnson, a dimitir tras una decisión sin precedentes del Tribunal Supremo de Londres declarando lasuspensión del parlamento de Westminster ilegal.

La decisión de los once jueces del panel fue anunciada por la presidenta del tribunal, la Jueza Hale. Dijo que esta no era una prórroga normal del parlamento, y que ha tenido lugar en "circunstancias bastante excepcionales".

"La decisión de aconsejar a su majestad prorrogar el parlamento de forma anticipada fue ilegal porque tuvo el efecto de frustrar o impedir la capacidad del parlamento para llevar a cabo sus funciones constitucionales sin una justificación razonable", dijo.

El Presidente de la Cámara de los Comunes británica ha dicho que Westminster reanudará sus actividades esta mañana.

A pesar de una decisión unánime, persistían las dudas sobre si la administración de extrema derecha de Johnson reconocería siquiera el regreso del parlamento. Anteriormente ha declarado su voluntad de ignorar las decisiones judiciales tratando de asegurar la fecha límite de Brexit como el 31 de octubre.

Johnson dijo que estaba "muy en desacuerdo" con el fallo de la corte, pero que aceptaba que Westminster "regresará".

Hablando desde Nueva York, dijo: "En el marco de la ley actual, el Reino Unido abandona la UE el 31 de octubre, pase lo que pase. Pero lo más emocionante para nosotros ahora es conseguir un buen trato, y eso es en lo que estamos trabajando. Y siendo honesto, no es más fácil por culpa de este tipo de cosas en el parlamento o en los tribunales".

La vicepresidenta del Sinn Fein, Michelle O'Neill, dijo: "Este es otro de esos momentos de colapso" para el actual régimen tory y añadió que "Boris Johnson debería irse".

"Lo que se demuestra para mí es más el caos, la disfunción, el desorden que está sucediendo y desarrollándose día a día en Westminster."

El líder laborista de la oposición, Jeremy Corbyn, dijo que el desprecio de Johnson por la democracia y su abuso de poder había quedado al descubierto.

"Un gobierno laborista querría que se le pidiera cuentas. Invito a Boris Johnson  a considerar su posición".