Una carta firmada por 2.000 residentes de 140 aldeas en Bradost fue enviada a Irak y a organismos internacionales.
Los aldeanos exigieron a las Naciones Unidas, al gobierno iraquí y al gobierno regional del Kurdistán que se pusiera fin a la presencia militar del estado turco y se detuvieran los bombardeos.
La carta enfatizó que los bombardeos de las fuerzas de invasión turcas pusieron en riesgo las vidas de los residentes de la región: “Nuestras tierras altas son nuestro sustento. No podemos subir a nuestras tierras altas. La actividad aérea del estado turco durante toda la noche también impide que nuestros niños duerman".
Los aldeanos dijeron que los bombardeos del régimen turco también dañaron sus puentes y pidieron al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que detuviera los bombardeos y retirara las tropas.
La carta decía: “El estado turco ha ingresado 20 km en nuestro territorio. Cientos de nuestros pueblos han sido evacuados. Las personas de Sheladize, Mergesor, Qendil, Qeladize, Lelan, Bermize y Kejek han sido asesinadas. 40 personas murieron solo en las tierras altas de Kendakolan. ¿Qué conseguiste con estas muertes?".
Los aldeanos se refirieron al dictador iraquí Saddam Hussein en la carta y advirtieron que Erdogan podría sufrir el mismo destino debido a las masacres. Los aldeanos agregaron: “Así decimos que la única solución es la paz", también señalaron que el estado turco utilizó al PKK como excusa para los bombardeos y dijo: "El PKK no está presente en nuestra región. El PKK no está entre nosotros y no tenemos una relación con el PKK".