El sábado, ciudadanos kurdos en Kirkuk salieron a las calles a protestar por el cierre de la carretera Kirkuk-Hewler por parte de grupos sunitas salafistas y el Frente Turcomano, un aliado del KDP en Kirkuk, el cierre del camino se entendía como un intento de incitar al caos en la ciudad.
Los manifestantes que exigían la apertura de la carretera al tráfico fueron atacados por las fuerzas de seguridad iraquíes que dispararon munición real para dispersar a la multitud.
Según los últimos informes desde el lugar, cuatro jóvenes kurdos, identificados como Hawkar Ebdullah, Hisên Sabîr, Heval Star y Hawrê Ekber, perdieron la vida y otros 15 resultaron heridos como resultado.
A raíz de los incidentes, la Oficina del Primer Ministro declaró un toque de queda en la ciudad, donde todas las calles estaban cerradas. El toque de queda terminó esta mañana.
Se espera que el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, se reúna hoy con parlamentarios de Kirkuk para discutir los últimos acontecimientos.
El desencadenante del bloqueo de carreteras es el regreso planificado de un edificio al KDP. El edificio es la antigua sede del partido Barzani en Kirkuk. Desde que la región del Kurdistán iraquí perdió alrededor del 40 por ciento de su territorio a manos de Bagdad, incluida Kirkuk, a raíz del referéndum de independencia llevado a cabo por el líder del KDP, Massoud Barzani, en 2017, el edificio ha sido utilizado por el Comando de Operaciones Conjuntas de las Fuerzas Armadas iraquíes.
La semana pasada, el primer ministro Mohammed Shia al-Sudani ordenó la devolución del edificio al KDP. Sin embargo, los partidarios de Hashd al-Shaabi se resisten a esto con un campamento de protesta frente al edificio y un bloqueo de carretera.