Şervan Êzidxan, que fue martirizado durante los ataques de invasión del ejército iraquí contra Shengal el 2 de mayo, fue enterrado en una ceremonia fúnebre a la que asistieron cientos de personas.

El cuerpo del luchador mártir fue sacado del hospital de Khanasor y llevado al Cementerio de Mártires Şehid Dilgêş y Şehid Berxwedan con un gran convoy fúnebre. Los discursos pronunciados en nombre del Comando YBŞ (Unidades de Resistencia Şengal) y la Asamblea Democrática Autónoma de Şengal pusieron énfasis en la resistencia del pueblo Şengal.

Después de los discursos, el combatiente caído de YBŞ fue enterrado bajo el lema "Şehid Namirin" (Los mártires son inmortales).

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