Cinco reivindicaciones básicas para Shengal
En una conferencia celebrada en Bagdad se han formulado las demandas básicas de la comunidad yezidí para que no se repita el genocidio y el pueblo de Shengal pueda vivir con seguridad y autodeterminación.
En una conferencia celebrada en Bagdad se han formulado las demandas básicas de la comunidad yezidí para que no se repita el genocidio y el pueblo de Shengal pueda vivir con seguridad y autodeterminación.
En el noveno aniversario del genocidio en Shengal, se han formulado cinco demandas básicas de la comunidad yezidí en una conferencia celebrada en Bagdad. En la conferencia, celebrada el martes en el Hotel Internacional de la capital iraquí, participaron representantes de 27 organizaciones yazidíes, así como de las kurdas Kakai, Shabak y Fayli y de las comunidades árabe, cristiana, turcomana, suní y chií.
La declaración final de la conferencia enumeraba las siguientes reivindicaciones:
Autogobierno conforme a la Constitución
Irak tiene una constitución que garantiza los derechos y libertades de los grupos de población que viven en el país. Según los artículos 116, 117, 122 y 125 de la constitución vigente, todos los grupos étnicos y religiosos de Irak tienen derecho a la autodeterminación y la autonomía. Los yezidi han establecido su propio autogobierno tras el genocidio del 3 de agosto de 2014, que debe ser reconocido.
El genocidio debe ser reconocido oficialmente
La comunidad yezidí es una parte importante de la sociedad iraquí y su defensa es responsabilidad del gobierno iraquí. Recientemente se ha presentado al gobierno iraquí un proyecto de resolución sobre el genocidio. Este proyecto debe votarse ahora en el Parlamento. Sólo si el gobierno iraquí reconoce oficialmente esta masacre del pueblo iraquí en general y del pueblo de Shengal en particular, podrá garantizarse la estabilidad, la paz y la seguridad en Shengal y evitarse la intervención extranjera.
Procesamiento legal de los autores
Se pide al Tribunal Federal iraquí que procese a los responsables políticos, administrativos y militares del genocidio. Esto se aplica en particular a los responsables del KDP, que allanaron el camino al ISIS con la retirada de los Peshmerga de Shengal. Los juicios de miembros del ISIS internados anunciados por la Administración Autónoma de Siria Septentrional y Oriental (AANES) deben contar con el apoyo del gobierno iraquí y del tribunal federal. Debe permitirse que los yezidíes supervivientes participen como testigos en estos juicios.
Deben abrirse todas las fosas comunes
En Shengal se han encontrado 83 fosas comunes con víctimas del genocidio, pero sólo se han abierto 46 de ellas. Deben abrirse todas las fosas comunes e identificarse y entregarse los cadáveres a sus familiares.
El acuerdo del 9 de octubre de 2020 debe ser anulado
Aunque la Administración Autónoma de Shengal y sus partidos políticos han mantenido conversaciones con el gobierno iraquí durante los últimos nueve años y han presentado diversos proyectos para resolver los problemas políticos, administrativos y de seguridad, el gobierno iraquí no ha dado ningún paso serio. En lugar de ello, sin tener en cuenta la voluntad de la comunidad yezidí y bajo la presión del Estado turco, el KDP y las potencias internacionales, ha allanado el camino para la intervención extranjera en Shengal e Irak con el acuerdo del 9 de octubre de 2020. Este acuerdo no sirve a los intereses de la comunidad yezidí ni del pueblo de Irak. Debe ser revocado y sustituido por un acuerdo con los representantes del autogobierno de Şengal.
Reconstrucción y retorno
Tras el genocidio de 2014, solo quedaban unos 10.000 yezidíes en Shengal. Actualmente, unos 200.000 yezidíes viven en las llanuras y montañas de la región. Uno de los mayores logros de la administración autónoma es el regreso de la población a sus hogares.
Se insta al gobierno iraquí a que colabore con la administración autónoma de Shengal y proporcione las facilidades necesarias para acelerar el regreso de los desplazados restantes. También se pide a las Naciones Unidas y a sus Estados miembros que apoyen el autogobierno de Shengal y garanticen los derechos constitucionales de la comunidad yezidí.