El comando regional de las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG) en la provincia norteña kurda de Mardin emitió una advertencia pública sobre la destrucción ambiental y la asistencia al ejército turco. "En varias áreas de la región, especialmente en el área de Omerya, los bosques están siendo talados por orden de los militares", informó el HPG, pidiendo a los responsables que no se dejen instrumentalizar para la explotación del medio ambiente.

“Nuestras fuerzas han establecido que estos cortadores de árboles están en contacto con el servicio de inteligencia del enemigo, están controlados por él y al mismo tiempo realizan actividades de agentes. La gente de la región rechaza cualquier acción que sirva al enemigo y el saqueo de la naturaleza de Kurdistán. Advertimos a quienes llevan a cabo estas actividades y, por lo tanto, consciente o inconscientemente, hacen el juego al enemigo. Es un delito llevar a cabo actividades de espionaje y saquear la naturaleza de Kurdistán. Nadie debe cometer tales delitos y actuar para el enemigo", indicaron.

La región de Omerya está situada en el distrito de Nusaybin y es un objetivo estratégico del ejército turco en la guerra contra las guerrillas kurdas. El área alberga el macizo de Bagok, que forma parte de una pequeña cadena montañosa de unos 1.250 metros de altura que comienza entre Nusaybin y Midyat y se extiende hasta İdil en la vecina provincia de Şırnak. La región tiene una importancia estratégica porque está cerca de la frontera que divide Kurdistán en áreas ocupadas por Siria, Irak y Turquía. Durante meses se han llevado a cabo operaciones militares a gran escala en Omerya, acompañadas de una destrucción ambiental masiva.