Continúa la resistencia contra la usurpación de municipios kurdos
Las protestas contra la destitución de alcaldes kurdos por parte del Ministerio del Interior turco continúan a pesar de la brutal represión.
Las protestas contra la destitución de alcaldes kurdos por parte del Ministerio del Interior turco continúan a pesar de la brutal represión.
Las protestas continúan por cuarto día en Turquía contra la usurpación de los municipios de Batman, Mardin y Halfeti, gobernados por el Partido DEM, y la destitución de los co-alcaldes electos por parte del Ministerio del Interior turco.
Batman: “La resistencia es vida”
En Batman, todavía hay mucha gente en las calles gritando consignas como "Fuera los fideicomisarios del Kurdistán" y "La resistencia es vida". En los últimos días, muchas personas han sido detenidas, incluidos niños y niñas. Se desconoce el número exacto de personas detenidas; varias personas fueron apresadas en la calle por hombres enmascarados y se las llevaron en vehículos civiles con matrículas falsas.
Entre las y los manifestantes se encuentran los coalcaldes destituidos y diputadas y diputados del partido DEM. En un discurso, la diputada Sümeyye Boz dijo lo siguiente: “Siempre que el gobierno del AKP/MHP se atasca y se mete en problemas, busca pelea con el pueblo kurdo. Ataca a los municipios del pueblo kurdo. Sigue una política de guerra especial contra el pueblo kurdo e impone el aislamiento. Con los síndicos que nombra, pisotean la voluntad del pueblo kurdo. La política de síndicos se manifestó primero en Hakkari, luego en Esenyurt y ahora en Batman, Urfa y Mardin. Mientras que el gobierno se ha hecho famoso por el saqueo, el robo y la opresión, el pueblo kurdo se ha hecho famoso por la democracia y la lucha”.
Reunión del consejo municipal en Halfeti
En el distrito Halfeti de Urda, los alcaldes destituidos Mehmet Karayılan y Saniye Bayram convocaron una reunión del Consejo Municipal frente al ayuntamiento, al que los políticos del DEM ya no tienen acceso. Los alcaldes explicaron que no dejarían en manos de un síndico el mandato que les había otorgado el pueblo.