En una llamada telefónica con su familia, Zerdeşt Oduncu, un preso gravemente enfermo recluido en la prisión cerrada de alta seguridad tipo F n.º 2 de Buca, en Izmir, declaró que habían iniciado una huelga de hambre debido a la creciente presión dentro de la prisión.

Presión, ataques, amenazas

Su familia confirmó que Oduncu había recibido amenazas del director de la prisión. En la llamada, describió las condiciones dentro de la prisión de la siguiente manera: "Nuestra situación no es buena. Están realizando redadas y agresiones. A uno de nuestros amigos le realizaron una angiografía. Lo trajeron de vuelta a prisión en un vehículo penitenciario mientras aún estaba vendado. Nuestras demandas no se están atendiendo. Nuestras objeciones reciben amenazas. El director de la prisión nos amenaza diciendo: 'Miren lo que les voy a hacer. Sé lo que haré cuando termine este proceso'. Cuando intentamos mencionar el nombre del director que profería estas amenazas, cuelgan el teléfono. Llevamos una semana en huelga de hambre en protesta por estas prácticas. Continuaremos con nuestra acción".

Preocupación familiar

La madre de Zerdeşt Oduncu, Selma Oduncu, compartió su preocupación: "Esperábamos que la situación mejorara y que todos fueran liberados, pero ahora recibimos este tipo de informes desde la prisión. Como familia, estamos profundamente preocupados. No toleramos estas agresiones contra nuestros hijos".

Zerdeşt Oduncu fue arrestado en 2011 en el distrito de Dêrik en Mêrdîn. Fue condenado a cadena perpetua agravada y continúa detenido a pesar de padecer graves problemas de salud.

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