El legado de Zîlan: El fuego de la libertad de Zap a Rojava - VI

La acción de Arîn Mîrkan en la colina de Mishtenur detuvo al ISIS y llevó el legado de Zîlan y Bêrîtan al corazón de la Revolución de Rojava.

SEHID NAMIRIN

Ciertos momentos quedan grabados en la historia de un pueblo, resonando de generación en generación como una leyenda, un juramento, una llama. El 5 de octubre de 2014 es uno de esos momentos para el Movimiento de Liberación Kurdo. Arîn Mîrkan abrazó el legado de Zîlan (Zeynep Kınacı) y llevó a cabo una acción de autosacrificio en la colina de Mishtenur, en Kobanê, liderando una resistencia épica contra el ISIS.

Su valentía convirtió la lucha por la libertad de las mujeres en un símbolo global, proclamando al mundo el espíritu inquebrantable del pueblo kurdo.

Arîn Mîrkan nació en 1992 en el pueblo de Mirkan (Husê), ubicado en el distrito de Mabata del Cantón de Afrin (Efrîn) en Rojava. Nacida como Dilara Kênc, creció en una familia kurda patriótica. A pesar de las políticas de asimilación del régimen sirio, su familia preservó su identidad kurda y se mantuvo profundamente comprometida con la Lucha por la Libertad del Kurdistán.

Su infancia estuvo marcada por los ricos valores de la cultura kurda. Durante sus años en el pueblo, su inclinación hacia la libertad y la justicia se hizo cada vez más visible. Arîn completó su educación en el pueblo de Mirkan, y un momento durante sus años escolares se convirtió en un punto de inflexión en la formación de su identidad militante.

Cuando un maestro insultó una pulsera que llevaba con inscripciones kurdas, se encendió en ella una profunda ira hacia el sistema. Ese momento se convirtió en una chispa decisiva para Arîn, quien ya sentía una fuerte simpatía por la Lucha de Liberación Kurda.

Unirse al movimiento de liberación

Arîn Mîrkan tenía solo 15 años cuando decidió unirse a las filas del Movimiento de Liberación Kurdo, una de las decisiones más definitorias de su vida. La postura patriótica de su familia y su admiración por la filosofía del Presidente Öcalan fueron algunas de las motivaciones fundamentales que la guiaron por este camino.

Cuando el ISIS lanzó sus ataques contra Rojava, Arîn profundizó su compromiso uniéndose a las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ). Rápidamente se ganó el cariño de sus camaradas. Conocida por su sonrisa cálida, su espíritu sincero y su carácter resiliente, destacaba por la profundidad de sus pensamientos y su determinación inquebrantable en la lucha.

Se elevó como militante en la resistencia femenina a través de su trabajo dentro de las YPJ. Su naturaleza disciplinada, apasionada y autosacrificada se convirtió en una fuente de inspiración para quienes la rodeaban.

Gracias a la formación que recibió en las YPJ, Arîn se desarrolló tanto ideológica como militarmente. Creía que la libertad de las mujeres era inseparable de la libertad del pueblo kurdo. Abrazando la filosofía del Presidente Öcalan de que “una mujer libre significa una sociedad libre”, moldeó su lucha en consecuencia.

La resistencia de Kobanê y la colina de Mishtenur

El año 2014 marcó una prueba histórica tanto para Rojava como para Kobanê. El ISIS lanzó brutales ataques respaldados por armamento pesado en un intento de ocupar la ciudad. El asedio que comenzó el 15 de septiembre de 2014 fue enfrentado con la resistencia épica de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y las YPJ.

Arîn Mîrkan desempeñó un papel crucial en la defensa de Kobanê. El 5 de octubre de 2014, el ISIS lanzó un asalto intenso para apoderarse de la colina de Mishtenur. Se desataron feroces enfrentamientos en la colina mientras las fuerzas de las YPG y las YPJ resistían en condiciones extremas y con munición limitada. La colina de Mishtenur tenía una importancia estratégica para el control de la ciudad.

Luchando junto a una pequeña unidad, Arîn dio un paso decisivo para detener el avance de los mercenarios del ISIS. Corrió hacia el enemigo y detonó los explosivos atados a su cuerpo, llevando a cabo una acción de autosacrificio.

Su acto neutralizó a decenas de mercenarios del ISIS y frustró su intento de capturar la colina. En una declaración oficial, las YPJ enfatizaron que la acción de Arîn encarnaba “el espíritu de la resistencia de Kobanê y el papel de liderazgo de las mujeres en la lucha por la libertad”.

La acción de autosacrificio de Arîn marcó una nueva fase en la resistencia de Kobanê y mostró al mundo que el ISIS podía ser derrotado.

Impacto global y regional de la acción

El acto de autosacrificio de Arîn Mîrkan en la colina de Mishtenur llevó la resistencia de Kobanê a la atención del mundo. Su valentía despertó la conciencia de la humanidad frente a la barbarie de los mercenarios del ISIS. El impacto de su acción resonó no solo en Kobanê, sino en todo el Kurdistán y en el mundo entero.

En el Kurdistán del Norte (Bakur), se llevaron a cabo protestas masivas entre el 6 y el 8 de octubre de 2014 en apoyo a Kobanê, influenciadas en parte por la acción de Arîn. Estas manifestaciones se extendieron también al Kurdistán Oriental (Rojhilat) y al Kurdistán del Sur (Başûr), reflejando el espíritu de solidaridad kurda.

En muchas ciudades del mundo, aliados kurdos y defensores de la libertad salieron a las calles para mostrar su solidaridad con la resistencia de Kobanê. La acción de Arîn desempeñó un papel crucial en la declaración del 1 de noviembre como el “Día Mundial de Solidaridad con Kobanê”.

Su sacrificio también transformó el liderazgo femenino de la Revolución de Rojava en un símbolo global. Las YPJ describieron la postura de Arîn como un manifiesto de “la determinación inquebrantable de las mujeres en la lucha por la libertad”.

Su acción inspiró a buscadores de libertad de todo el mundo a unirse a las filas de las YPJ y las YPG. Siguiendo el legado de luchadoras kurdas como Zîlan y Bêrîtan (Gülnaz Karataş), Arîn mostró al mundo que las mujeres kurdas nunca se rendirán.

 

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