La historia de un pueblo suele estar marcada por momentos que encienden un legado de resistencia, resonando como un juramento que se transmite de una generación a otra. Para el Movimiento de Liberación del Kurdistán, el 22 de mayo de 2007 es uno de esos momentos decisivos. Aquel día, Erdal Andok (Güven Akkuş) llevó a cabo una acción de autosacrificio en Ulus, Ankara, ofreciendo su propio cuerpo en el camino de la libertad. Su acto se convirtió en símbolo de voluntad invencible y anhelo de liberación. Inspirado por el legado de Zîlan, la acción de Erdal entró en la historia como un manifiesto de venganza contra el fascismo del Estado turco, una advertencia a los conspiradores y una rebelión contra el chovinismo, una declaración de la determinación de un pueblo de existir.

Erdal Andok nació en 1979 en Estambul. Su familia procedía de la región de Koçgiri, concretamente del distrito Zara de Sivas. Su padre era kurdo y su madre, turca. Vivían en un entorno donde la cultura aleví era fuerte, la identidad kurda no era negada, pero la identidad turca seguía siendo dominante. Como descendiente de una familia que tuvo un papel activo en la insurrección de Koçgiri de 1919, Erdal creció en un hogar marcado por la resistencia histórica al sistema. Este legado cultural e histórico jugó un papel crucial en la formación de su visión del mundo y su identidad revolucionaria. Desde temprana edad, Erdal desarrolló una aguda conciencia de la injusticia y de la opresión sistémica, lo que lo llevó hacia una exploración ideológica en su juventud.

Su camino hacia la lucha revolucionaria se aceleró tras la masacre de Gazi, en el barrio Gazi de Estambul, en 1995. La masacre, ocurrida el 12 de marzo, se convirtió en un punto de inflexión que cristalizó su oposición al sistema y lo empujó a un camino de resistencia más decidido. También abrió la puerta a su implicación con los movimientos socialistas en Turquía. Inmerso en los marcos ideológicos y prácticos de estos movimientos, pronto comenzó a participar en diversas acciones. Esta militancia se vio interrumpida en 1996, cuando fue arrestado. “Cayó en manos del enemigo” y pasó dos años en prisión, con tan solo 17 años.

Años de prisión y encuentro con el PKK

Los dos años que Erdal Andok pasó en prisión (1996–1998) marcaron un período crucial en su transformación ideológica. Durante ese tiempo, fue profundamente influenciado por el legado de figuras destacadas del movimiento revolucionario de Turquía, como Deniz Gezmiş, Mahir Çayan e Ibrahim Kaypakkaya. En prisión entró en contacto con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y comenzó a conectar la postura antisistema del movimiento con la lucha del pueblo kurdo por la libertad. A medida que profundizaba en la comprensión de su propia identidad y de la realidad histórica del pueblo kurdo, desarrolló una fuerte afinidad con la ideología del PKK y sus métodos de resistencia. Este período le permitió arraigar su identidad revolucionaria dentro de un marco organizado.

Trabajo organizativo en Europa

Tras ser liberado en 1998, Erdal abandonó Turquía debido al clima represivo que persistía y se trasladó al extranjero, a Europa. Instalado con parientes, se implicó en las actividades del PKK en Europa, motivado además por el entorno patriótico que lo rodeaba. Tuvo un papel de liderazgo en el trabajo juvenil del partido entre 1998 y 2002. Durante ese tiempo, participó activamente en programas de formación ideológica y en la organización de la juventud. Sin embargo, Erdal sentía que el trabajo en Europa no era suficiente y pronto se sintió atraído por una forma de lucha más directa y militante. Esta aspiración lo llevó a unirse a las montañas del Kurdistán en 2002.

La fundación de TAK y su papel

Erdal Andok se incorporó a las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG) en 2002 y pronto destacó por su disciplina, compromiso y entrega durante su tiempo como guerrillero. En cada zona donde fue asignado, se distinguió por sus logros y mostró cualidades de liderazgo ideológico y práctico. Sin embargo, comenzó a sentirse cada vez más insatisfecho con los métodos de lucha existentes y empezó a buscar una línea más radical y eficaz. Esta búsqueda lo llevó finalmente hacia una organización centrada en realizar acciones directas.

El año 2004 marcó otro punto de inflexión en el camino de resistencia de Erdal Andok. Junto con un grupo de camaradas que buscaban desarrollar una línea de lucha más intransigente, participó en la fundación de los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK). TAK surgió con el objetivo de llevar a cabo acciones directas y contundentes en zonas urbanas. Como uno de sus miembros fundadores, Erdal desempeñó un papel activo tanto en la estructuración de la organización como en la planificación de sus operaciones.

La acción del 22 de mayo de 2007 en Ankara

El envenenamiento del presidente Öcalan en la prisión de Imrali desencadenó una profunda indignación entre el pueblo del Kurdistán y las fuerzas guerrilleras. En respuesta, Erdal Andok planeó una acción dirigida contra el Estado Mayor turco. Preparó personalmente la operación y se trasladó a Ankara para llevarla a cabo. Sin embargo, durante el intento se dio cuenta de que estaba siendo seguido. Sin llegar a alcanzar su objetivo, llevó a cabo una acción de autosacrificio el 22 de mayo de 2007 en Anafartalar, Ulus (Ankara), uniéndose a la caravana de mártires.

Su legado e impacto

La acción de Erdal Andok quedó registrada como la primera operación de autosacrificio llevada a cabo por TAK, y es recordado como el primer mártir de la organización. Su acto dejó una profunda huella tanto en el PKK como en TAK. Su entrega, determinación ideológica y lealtad inquebrantable al presidente Öcalan se convirtieron en fuente de inspiración para quienes lo siguieron. TAK juró continuar por el camino que él abrió, comprometiéndose a mantener vivo su legado. La lucha de Erdal sigue siendo vista como un símbolo de resistencia radical por los ideales de libertad.

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