Los kurdos describen el arresto de Makbule y Hadi Özer como una expresión práctica del racismo antikurdo en Turquía y la ley penal enemiga practicada voluntariamente por el poder judicial. La mujer de 80 años de Van y su esposo un año menor fueron puestos bajo custodia ayer. Pasarán los próximos dos años y medio en la cárcel, si sobreviven a la vida cotidiana de las prisiones turcas. El motivo de esto es una sentencia contra la pareja de ancianos confirmada por el Tribunal de Casación de Ankara. El cargo: "apoyo a una organización terrorista", es decir, el PKK.

Unidades antiterroristas de la policía turca irrumpieron en la casa de Makbule y Hadi Özer en el distrito de Edremit el 23 de julio de 2018. La pareja de ancianos, así como tres familiares y un conocido, fueron aterrorizados, insultados, golpeados y amenazados por los agentes durante unas tres horas. Luego fueron arrestados e interrogados bajo custodia policial durante dos días. El 26 de julio fueron trasladados a la fiscalía. Şükran Yıldız, que estaba visitando a los Özer el día de la redada, fue arrestada por presunta pertenencia al PKK, mientras que Makbule, Hadi, Medeni, Übeydullah y Emrullah Özer fueron liberados.

El trasfondo de la redada es un incidente que tuvo lugar una buena semana antes en el distrito de Ipekyolu. En la noche del 15 de julio de 2018, las fuerzas especiales paramilitares de la policía turca realizaron una operación en una casa en la calle Yalım Erez donde dos miembros de las YPS (Unidades de Defensa Civil) se habían atrincherado. Solo más tarde se supo que eran Metin Ünalmış (Numan Serhat) y Bilal Şimşek (Serhıldan Ararat). Ambos combatientes inicialmente se involucraron en una escaramuza con las unidades de operación. Las YPS citaron dos muertos y seis heridos entre los policías, mientras que el gobernador turco habló solo de tres oficiales heridos, alegando que los muertos eran solo las dos personas "que habían preparado una acción ilegal".

En ese momento, los vecinos relataron lo siguiente sobre lo sucedido: “Alrededor de las 0:00 am, el barrio fue acordonado con decenas de vehículos. Alrededor de las 0:20 am, primero se escucharon dos disparos. Luego hubo silencio durante una hora. Esto fue seguido por disparos y dos explosiones. Después de eso, los disparos no cesaron hasta las 5:00 a.m. Alrededor de las 6:00 a.m., la policía con sus tanques se retiró del vecindario”.

Las organizaciones de derechos humanos sugirieron que Metin Ünalmış y Bilal Şimşek podrían haber sido víctimas de ejecuciones extralegales cuando se les acabaron las municiones.