Huelgas de Hambre

El huelguista de hambre Nahide Zengin es llevado al hospital de Londres

Nahide Zengin y Mehmet Sait Yılmaz llevan 43 días en huelga de hambre en Londres pidiendo el fin del aislamiento contra el representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.

Nahide Zengin, que está en huelga de hambre en Londres desde el 14 de marzo, ha sido trasladado al hospital.

El activista kurdo había estado llevando a cabo la huelga de hambre en el centro de Amnistía Internacional durante los últimos tres días.

Nahide Zengin y Mehmet Sait Yılmaz llevan 43 días en huelga de hambre en Londres exigiendo el fin del aislamiento contra el representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan. Durante los últimos tres días han estado ayunando en la oficina de Amnistía Internacional que ocuparon con otros activistas. En total, seis activistas están en huelga de hambre en los locales de Amnistía.

Nahide Zengin y algunos activistas fueron dejados fuera del edificio y no se les permitió entrar. Zengin permaneció todo el día afuera y finalmente se desmayó. Sufría de hemorragia nasal y sus latidos cardíacos se desplomaron. Fue llevada al hospital por una ambulancia llamada en el lugar de los hechos.

La protesta organizada por la Asamblea de Mujeres Roj, la Unión de Mujeres Socialistas, la Asociación Cultural de Trabajadores Migrantes (Gik-Der) y la Asamblea Popular Kurda comenzó el miércoles cuando un grupo de activistas entró en los locales de Amnistía Internacional. Las entrevistas con ejecutivos de Amnistía Internacional no dieron resultados.

Los ejecutivos de Amnistía Internacional cerraron las puertas del local y pusieron una seguridad especial en esta. El uso de inodoros estaba prohibido para los que estaban dentro. A los activistas que se vieron obligados a abandonar el edificio para ir al baño no se les permitió volver a entrar.

Los activistas, dado que no lograron nada en la reunión con los ejecutivos de Amnistía Internacional, decidieron continuar su protesta hasta el lunes. Los activistas criticaron la mala postura de Amnistía, diciendo que el comportamiento de la organización es inaceptable. Sobretodo, por llamarse a sí misma una organización humanitaria, Amnistía ha mostrado muy poca o ninguna sensibilidad hacia los activistas, especialmente aquellos que han estado en huelga durante 43 días.