La gente salió a las calles de la ciudad yazidi de Shengal (Sinjar) en el sur de Kurdistán (norte de Irak) para exigir la libertad del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, que ha estado detenido en régimen de incomunicación durante más de dos años.
Las preocupaciones sobre las condiciones de Abdullah Öcalan aumentaron después de los informes de que Öcalan recibió cartas amenazadoras del estado turco y la administración de la prisión de la isla de Imrali, donde ha estado recluido desde su entrega a Turquía como resultado de una conspiración internacional en 1999.
Durante la marcha organizada por la Administración Autónoma de Shengal, los vecinos desplegaron pancartas exigiendo el fin del aislamiento y las amenazas contra el líder kurdo.
La marcha fue seguida por una concentración donde se pronunciaron discursos, destacando la importancia de la libertad de Öcalan para los pueblos de la región.
En un comunicado en nombre de la Administración Autónoma de Shengal, Riham Hesen afirmó que el pueblo yazidi sobrevivió al genocidio y hoy puede vivir en su propia tierra gracias a las ideas de Abdullah Öcalan.
Riham Hiço, miembro de la Coordinación del Movimiento por la Libertad de las Mujeres Yazidíes (TAJÊ), condenó el aislamiento agravado impuesto a Öcalan, de quien no se sabe nada desde hace más de dos años. “Las preocupaciones han aumentado después de los últimos informes de que Öcalan está amenazado de envenenamiento. Todos deberían rechazar esto y defender al líder”, dijo.
Sara Botan, portavoz de la Unión de Jóvenes Yazidi, expresó su rechazo a las amenazas contra Abdullah Öcalan.
Botan pidió una mayor lucha para romper el aislamiento de Öcalan y garantizar su libertad.
Contexto
Shengal (Sinjar) es la última zona de asentamiento contigua de la comunidad yazidi. Miles de yazidíes fueron asesinados y asesinadas, y miles de mujeres, niñas y niños fueron hechos prisioneros en el ataque del 3 de agosto de 2014 contra Shengal por parte del ISIS. Mientras las bandas del ISIS comenzaron a asesinar a los yazidíes en Shengal, los Peshmerga se fueron, dejando atrás a los yazidíes. Los combatientes de las HPG-YJA Star y las YPG-YPJ acudieron en ayuda del pueblo yazidi ante la agresión de ISIS.
Después de meses de resistencia, los combatientes que salvaron al pueblo yazidí de un genocidio mayor liberaron a Shengal. Después de la liberación de la ciudad, las HPG y las YPG/YPJ se retiraron posteriormente en 2017. Las personas que regresaron a su tierra después de la independencia de Shengal se reformaron, establecieron unidades defensivas y construyeron sus instituciones.
Los organismos de la ONU y el Parlamento Europeo han reconocido los crímenes de ISIS como genocidio, al igual que Armenia, Australia, la Cámara de Representantes de EE. UU., el Parlamento escocés y el Parlamento alemán (Bundestag).