La guerrillera de las Unidades de Mujeres Libres (YJA Star) Gurbet Kaymaz cayó mártir entre el 14 y el 28 de julio durante los intensos combates entre la guerrilla y el ejército turco en la región de Hizan (Xîzan), en la provincia de Bitlis (Bedlîs).Los combates duraron doce días.
Los familiares fueron citados por la Jefatura de la Policía Militar de Bitlis para realizar una prueba de ADN y, tras cotejar los datos, se les entregó el cadáver de la combatiente.
Trato inhumano de la policía
La familia llegó el lunes por la tarde con los restos mortales a la ciudad de Siirt (Sêrt), y fueron recibidos por una masiva presencia policial. La policía rodeó el cementerio de Zevyê e impidió que Kaymaz fuera enterrada por un imán tras impedirle llevar a cabo los ritos religiosos del entierro.
Sólo se permitió asistir al funeral a diez familiares. Incluso se prohibió lavar el cadáver bajo amenazas.