El campamento de refugiados de Makhmur, en el Kurdistán Sur (norte de Irak), ha sido objeto de ataques por parte de Turquía desde 2017. Desde julio de 2019, se han llevado a cabo 14 ataques aéreos contra el campamento autónomo y sus residentes desplazados del Kurdistán Norte (suroeste de Turquía). Estos ataques han matado a diez personas y han herido al menos a doce. El Estado turco bombardeó el campamento los días 10 y 16 de septiembre. Estos ataques se produjeron en un momento en que las autoridades iraquíes iban casa por casa para realizar un censo a petición de la ONU. Erkan Gülbahçe habló con Filiz Budak, co-presidenta del Consejo Popular de Makhmur, sobre la situación en el campamento de refugiados para el diario Yeni Özgür Politika.
El campamento de refugiados de Makhmur ha sido objeto de ataques desde el día de su fundación. Las HPG anunciaron oficialmente su retirada de Makhmur en 2023. A pesar de ello, los ataques de Turquía continúan. ¿Qué hay detrás de esto?
Desde 1994, las personas que ahora viven exiliadas en Makhmur han sido víctimas de ataques y masacres en repetidas ocasiones. Para cada ataque se encuentra una justificación. Ninguna de estas justificaciones se corresponde con la verdad; todas se basan en mentiras y engaños.
En 2014, a petición del gobierno central iraquí, los residentes del campamento de Makhmur y el gobierno del Kurdistán Sur, las unidades guerrilleras de las HPG y las YJA Star llegaron a la región de Qereçox, cerca de Makhmur, y protegieron a la población civil del ISIS. Hubo muchas víctimas. El Estado turco y sus partidarios no quisieron aceptar la presencia de las guerrillas y aumentaron sus ataques. Escuelas, patios de recreo, mezquitas y casas fueron atacadas y bombardeadas directamente por aviones no tripulados. Muchos civiles perdieron la vida. Durante estos ataques, se intentó presentar el campamento como un campamento militar.
Para refutar esta justificación, las HPG y las YJA Star emitieron un comunicado oficial en octubre de 2023 anunciando que se habían retirado del campamento. Sin embargo, el gobierno iraquí, el gobierno del Kurdistán Sur y el Estado turco siguieron presionando al campamento, a pesar de saber perfectamente que los guerrilleros y las guerrilleras se habían retirado a las Zonas de Defensa de Medya. Su principal objetivo era destruirlo, en tanto que se había organizado en el marco del paradigma de la nación democrática y de forma autónoma. Hace apenas una semana, una casa fue atacada, cerca de la cual había niños jugando. Era la casa de las Madres de la Paz, que trabajan por la paz y el fin de las masacres.
Para nosotros y nosotras, estos ataques significan lo siguiente: si eres kurdo, si no aceptas la política del Estado y te opones a la opresión y la tiranía, siempre serás el objetivo del Estado turco. Cualquiera que no se someta al Estado y quiera vivir una vida libre, que quiera hablar su idioma, vivir su cultura y defender su identidad, está amenazado con la persecución estatal y las masacres.
Se ha desarrollado un concepto de ataque muy amplio contra los kurdos y las kurdas. Independientemente de si estás en Rojava, el Kurdistán Sur, Shengal, el Kurdistán Norte o incluso en otro país del mundo, si no aceptas este concepto y simpatizas con la lucha por la libertad kurda, siempre eres blanco de ataques. Si luchas por afirmar tu identidad kurda en el mundo, si defiendes las ideas de Rêber Apo, el paradigma democrático, ecológico y de liberación de la mujer, estás en el punto de mira de los invasores. Estos ataques tienen como objetivo eliminar el orden que prevalece en el campamento de Makhmur.
El campamento es el primer lugar donde los kurdos y las kurdas formaron un sistema y se convirtieron en una potencia. El mayor peligro para el enemigo es que los kurdos se organicen según las ideas e ideologías que ellos mismos desarrollaron y se gobiernen a sí mismos. Desde hace 30 años, los kurdos y kurdas de Makhmur se organizan, resisten, defienden y viven su cultura. En cierto sentido, ofrecen una resistencia radical a la opresión, la tiranía, las masacres y las fronteras trazadas para los kurdos por el Estado turco. Es precisamente por eso que Makhmur lleva 30 años en la mira del Estado turco.
¿Cómo interpretar el hecho de que el último ataque se haya producido en un momento en que el Ministerio de Migración e Inmigración iraquí se encontraba en el lugar?
La ONU ha enviado a funcionarios del Ministerio de Migración e Inmigración iraquí a trabajar en el campamento de Makhmur. Es significativo, por supuesto, que el ataque se haya producido en este período. De hecho, desde 2014, la ONU ha seguido una política de dilación y engaño con respecto a los residentes del campamento. No dejan de decir: "El campamento es un campamento militar, no es una zona segura. Por eso no podemos ir allí a trabajar". Makhmur, como muchos otros campamentos de refugiados en todo el mundo, está bajo el control de la organización de la ONU. Mientras que otros campamentos cuentan con servicios de seguridad, educación, salud y economía, a Makhmur no se los han proporcionado durante los últimos diez años por “razones de seguridad”. Incluso la validez de los documentos de identidad emitidos por la ONU que permiten a los refugiados que viven en el campamento trabajar fuera no se ha ampliado.
La ONU ha dado marcha atrás y ha enviado a funcionarios del Ministerio de Migración e Inmigración iraquí al campamento para realizar un censo y una verificación de identidad de la población. Ha dicho que regresará después y restablecerá el estatus de refugiado del campamento. Y justo cuando se estaba realizando el censo, se produjo el último ataque. El objetivo del ataque era hacer que Makhmur pareciera un campamento militar, criminalizarlo y así impedir el regreso de la ONU. La delegación iraquí estaba en el campamento en el momento del ataque y vio con sus propios ojos qué zonas fueron atacadas y cómo.
Usted ha dicho que el campamento será entregado a la ONU después del censo. ¿Podría explicarlo un poco más?
El campamento de Makhmur está oficialmente bajo el estatus y la organización de la ONU desde 1995. Pero como he dicho, las Naciones Unidas no han cumplido con su responsabilidad sobre el campamento desde 2014. Tienen una oficina en el campamento, pero no tienen personal, ni siquiera cuelgan sus banderas. Turquía está presionando al gobierno central iraquí, y el gobierno central iraquí está presionando a la ONU. Makhmur es un tema importante en todas las reuniones que Turquía mantiene en Irak. El gobierno central iraquí cumple con las exigencias de Turquía e impide que la ONU cumpla con sus obligaciones en relación con el campamento.
En este momento, las Naciones Unidas prometen que cumplirán con sus obligaciones una vez que todos los residentes hayan llenado un formulario de refugiados y se haya verificado su identidad. La dirección del campamento acoge con satisfacción este último avance. Los funcionarios del Ministerio de Migración e Inmigración iraquí han estado trabajando en el registro de personas durante más de dos semanas, y hasta ahora se ha identificado a la mitad de la población. Los formularios de solicitud ya se han completado. Si Irak no cede a la presión de Turquía o si no hay otra orientación política, las Naciones Unidas volverán al campamento después. Si la ONU está presente de nuevo, se impedirán los ataques aéreos de Turquía.
Como usted ha dicho, el campamento Makhmur está dentro de las fronteras iraquíes y está bajo los auspicios de la ONU. ¿Cuál es la actitud de la ONU y del gobierno central iraquí ante los ataques del Estado turco? ¿Cree que hay suficiente respuesta a los ataques?
Desde 2017, Turquía vigila el campamento las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con drones. Ha llevado a cabo varios ataques aéreos contra los refugiados, privando a los niños y niñas del acceso a la educación y a los residentes del acceso a los servicios sanitarios. A pesar de todo esto, ni el gobierno central iraquí ni la ONU han mostrado ninguna reacción. El territorio del Estado iraquí está siendo bombardeado, pero el gobierno solo hace declaraciones débiles de vez en cuando. La ONU también hace declaraciones a veces, pero no toma ninguna medida concreta contra los ataques. Tras el reciente acuerdo entre Ankara y Bagdad, el gobierno iraquí ha guardado un completo silencio. Parece que existe un acuerdo tácito entre Turquía, el gobierno central iraquí y la ONU.
¿Ha tomado alguna iniciativa legal a nivel internacional en relación con los ataques al campamento?
Hemos mantenido algunas conversaciones en Europa y se han presentado solicitudes a diversas instituciones, incluido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la ONU. Se han enviado cartas a las organizaciones internacionales pertinentes. Se han mantenido conversaciones con representantes de la ONU en Ginebra. Además, se han organizado campañas para cerrar el espacio aéreo sobre Makhmur y se han celebrado reuniones con el gobierno central iraquí, pero no se han obtenido resultados. Digo que no hay resultados porque el campamento está controlado desde el aire las 24 horas del día. Los ataques continúan.
El campamento estuvo sujeto a un estricto embargo durante un tiempo. ¿Sigue vigente este embargo?
El embargo está en vigor desde julio de 2019 y lo aplican el KDP y la familia Barzani a petición del Estado turco. Las fronteras del Kurdistán Sur están cerradas para los habitantes de Makhmur. En particular, no podemos entrar ni salir de las zonas controladas por el KDP. Esto es para impedir que los jóvenes vayan al Kurdistán Sur a estudiar y para impedir que los residentes del campamento trabajen allí. Actualmente, nos desplazamos principalmente a las zonas controladas por el gobierno central iraquí para abastecer al campamento con productos básicos.
¿Cómo afectan los ataques y el embargo a la población de Makhmur, especialmente a los niños?
Sin duda, los ataques y el embargo afectan sobre todo a los niños y niñas. Los niños pequeños lloran y entran en pánico cuando oyen un ruido. Los niños miran constantemente hacia arriba para ver si hay algún avión de reconocimiento volando. Al menor ruido, piensan que es un dron y salen corriendo. Los ataques provocan problemas psicológicos y ansiedad en los niños y ñas niñas. No se sienten en un entorno seguro. El embargo también afecta sobre todo a los niños en términos de educación y nutrición.
El objetivo de este embargo es intimidar a la gente del campamento, presionarlos y alejarlos de su cultura. Nos resistimos porque queremos vivir con dignidad. Nadie en el campamento hace concesiones, todos y todas están, estamos unidos en esta cuestión. Cuando hay un ataque, todos acuden allí inmediatamente para averiguar qué ha pasado, a quién y cómo pueden ayudar. Aquí se ha desarrollado una cultura de aceptación y apoyo mutuos, una sociedad moral y política. En lugar de decir "no es asunto mío", cada uno se siente responsable y lucha por la solidaridad. Después de cada ataque, se refuerza la idea de que se debe evolucionar hacia una civilización democrática. Lo único que no tiene límites en Makhmur es la voluntad humana, la resistencia, la dignidad y la determinación de mantener viva a la gente. No haremos concesiones. Los residentes del campamento seguirán hasta el final el camino emprendido por Rêber Apo y continuarán su lucha organizándose según su ejemplo.
¿Qué pasa con la educación y la atención sanitaria en el campamento? ¿Cómo le afectan los ataques y el embargo?
Por supuesto, los ataques han tenido un grave impacto en la atención sanitaria, el sistema educativo y las condiciones económicas. Entre 2003 y 2019, se resolvieron las necesidades sanitarias, educativas y económicas en todo el Kurdistán Sur. Durante la pandemia de coronavirus, hubo problemas sanitarios muy graves. Los peshmerga del KDP impidieron que los enfermos entraran en Hewlêr, por lo que decenas de personas murieron en las calles. Incluso tuvimos dificultades para obtener medicamentos.
En el campamento hay un centro de salud que está bajo el control del gobierno central iraquí. Este centro de salud sólo atiende a pacientes ambulatorios. Está abierto cuatro horas al día. A veces viene un médico y otras no. En un campamento en el que viven 12.000 personas, esto es insuficiente. No hay un hospital que realice operaciones. Ni siquiera hay una ambulancia. Los enfermos son atendidos por sus familias y por personas individuales. No sería una exageración decir que no hay servicio de salud en el campamento.
La educación que se ofrece en el campamento va desde el primer grado hasta el bachillerato. No hay problemas en este sentido. La gente ha creado escuelas por su cuenta. Tienen su propio plan de estudios y sus propios profesores. Después de eso, se vuelve difícil porque desde 2019 nadie de Makhmur ha sido admitido en una universidad en el Kurdistán Sur. Hemos pedido repetidamente al gobierno central iraquí que los jóvenes puedan estudiar; se han presentado decenas de solicitudes, pero hasta ahora no hemos recibido una respuesta positiva.