Fuerzas estatales turcas arrancaron cientos de árboles durante el toque de queda en Bitlis

El estado turco continúa con sus medidas militares contra la población kurda en el sureste del país.

En la provincia de Bitlis, en el norte de Kurdistán, las y los residentes de varias aldeas fueron aterrorizados por el ejército turco. Debido a que se habían visto guerrilleros del PKK en la región, el 2 de julio se impuso un toque de queda en diez aldeas del distrito de Hizan.

En el curso de una operación militar lanzada posteriormente, se produjeron enfrentamientos y se asaltaron casas en las aldeas afectadas. Las zonas rurales de las aldeas bajo toque de queda fueron bombardeadas por el ejército turco durante toda la noche. Tras el atacar durante toda la noche, se lanzaron agresiones terrestres por la mañana. En el pueblo de Xûlepûr, tres personas fueron detenidas y llevadas al cuartel general del distrito de la gendarmería (policía militar). 

Durante el toque de queda de cinco días declarado en la región, las fuerzas estatales turcas arrancaron cientos de árboles y dañaron gravemente los campos de la población local.

Mehmet Saki Altun, residente de la aldea de Xûlepûr, afirmó que cientos de árboles frutales de su propiedad fueron arrancados de raíz por equipos de construcción.

Según Altun, durante el toque de queda se desplegaron en la región decenas de equipos pesados ​​de construcción: “Después de que comenzó el toque de queda, la casa de mi tío fue allanada. Entraron en nuestros campos con palas y destrozaron cientos de avellanos, nogales y manzanos. Arrasaron 30 decáreas de tierra en unos pocos segundos. Una delegación debe venir al pueblo y realizar un examen. Este insulto y atrocidad deben ser expuestos. Estos árboles son nuestra fuente de ingresos. Su único objetivo es dañarnos a nosotros y a la naturaleza”.