El 10 de junio como resultado de un ataque, Hüseyin Arasan, sucumbió a las heridas de bala en el hospital de Sulaymaniyah. Había estado viviendo en la región del Kurdistán de Irak durante algún tiempo debido a la persecución política en Turquía y era miembro de la Asociación de Trabajadores de Mesopotamia (KKM). Arasan fue enterrado en el cementerio de guerra Mehmet Karasungur en Qandil.

Temprano, su cuerpo fue llevado a la mezquita Ahmedi Haci Ali en Sulaymaniyah, donde las misas despidieron al refugiado político, y luego llevado al cementerio de guerra Mehmet Karasungur en Qandil con el acompañamiento de docenas de automóviles.

El convoy fue recibido por docenas de residentes en la entrada de Qandil cantando el lema "Şehîd namirin" (Los mártires son inmortales).

La ceremonia en el cementerio comenzó con un minuto de silencio en memoria de todos los mártires.

En nombre de la Asociación de Trabajadores de Mesopotamia, Müslim Kaplan señaló: "Aquellos que buscan mantenernos fuera del movimiento deben saber que caminamos por el camino recto de los mártires. El objetivo de los mártires es el objetivo de los kurdos".

Enfatizando que la lucha de los mártires continuará hasta la victoria, Kaplan dijo: "Apelamos al gobierno de Kurdistán del Sur, al KDP, al PUK y a todos los partidos. Kurdistán del Sur se ha convertido en un lugar de traidores. El PUK y el KDP deben detener tales ataques terroristas y castigar a los perpetradores si quieren evitar seguir el camino de los fascistas".

Rehman Resul de Tevgera Azadî (Movimiento por la Libertad) prometió que seguirían los pasos de los mártires, exigiendo la exposición y el castigo de los responsables del asesinato de Arasan.

Después de los discursos, Arasan fue enterrado con el lema "Şehîd namirin" (Los mártires son inmortales).