Los copresidentes del Consejo Ejecutivo de la KCK (Comunidad de Sociedades del Kurdistán) emitieron una declaración sobre la gran huelga de hambre iniciada el 14 de julio de 1982. La declaración rinde homenaje a los que murieron en la resistencia carcelaria de entonces y señala el significado de esa acción en la actualidad.
La huelga de hambre fue una acción de proporciones históricas contra el fascismo de la junta militar establecida por el golpe militar del 12 de septiembre de 1980 y fue fundamental para preservar la esperanza de libertad del pueblo hasta el día de hoy.
Según la KCK, los huelguistas de hambre eran conscientes de que se utilizarían torturas inhumanas para obligarles a capitular y destruir así la esperanza de liberación del pueblo kurdo.
El KCK dijo: "Actuaron con esta conciencia y decidieron llevar a cabo una acción de gran impacto. Sin duda, esta decisión fue una expresión de solidaridad con el pueblo y de responsabilidad propia. Sin esta conciencia y sentido de la responsabilidad, nunca habrían podido dar este paso. Por lo tanto, la resistencia del 14 de julio inició un amplio alcance y una importante evolución. La característica que define a esta resistencia es que buscaba la victoria. (...) Fue una ofensiva política de carácter ideológico, que condujo a grandes resultados".
La KCK continuó: "Ahora es más importante que nunca entender esta resistencia. Es importante entender qué personalidad tenían los activistas, qué sentían y cuán grande era su amor por el pueblo. Incluso cuando llevaron a cabo esta gran acción como una necesidad de su conexión con el pueblo y su responsabilidad histórica, dijeron que le debían algo al pueblo. Crearon los valores que hoy tenemos y que hacen posible lo imposible. Ellos no deben nada, nosotros sí. Ellos mismos son monumentos de la humanidad que merecen todo el reconocimiento".
El actual gobierno del AKP/MHP es la continuación de la antigua junta militar, subrayaron los dirigentes del KCK. La profunda convicción con la que se lanzó el ayuno de la muerte en 1982 se encuentra hoy en la resistencia llevada a cabo por los guerrilleros contra la ocupación turca. La resistencia de entonces fue la piedra angular para el surgimiento de un ejército guerrillero y sigue marcando el rumbo con el que se quiere aplastar el fascismo estatal turco. Si la lucha continúa en el camino marcado por la resistencia del 14 de julio, el fascismo del AKP-MHP será aplastado, el Kurdistán será liberado y Turquía y el Medio Oriente serán democratizados. Sobre esta base, llamamos a todos a comprender la profundidad de la Resistencia del 14 de Julio, a ponerse del lado de los guerrilleros que luchan y a aumentar la lucha. La victoria pertenece a los pueblos y mujeres que luchan por la libertad con este espíritu de resistencia".
Antecedentes: La resistencia carcelaria en Amed
Tras el golpe de estado militar del 12 de septiembre de 1980, una ola de represión y persecución azotó a Turquía. Miles de revolucionarios kurdos y turcos fueron detenidos. Entre los detenidos se encontraban algunos miembros fundadores del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), recluidos en la prisión de Diyarbakir, el "infierno de Amed". Fueron testigos de una serie de prácticas bárbaras y despiadadas. La violencia, la tortura, los abusos y las humillaciones, la violencia sexual, las violaciones, el terror psicológico, las palizas, las descargas eléctricas y la obligación de comer excrementos de perro, eran hechos cotidianos. El Estado intentó sistemáticamente romper la identidad e ideología kurda de los presos. Todas las creencias, ideales, sueños y utopías de los presos debían ser destruidos.
Muchos de los presos de la cárcel de Amed acabaron rindiéndose. Sin embargo, algunos resistieron la tortura y la represión, uno de ellos fue el cuadro del PKK Mazlum Doğan. En Newroz 1982, encendió tres cerillas, las puso sobre la mesa de su celda y se quitó la vida. Dejó este mensaje: "La rendición es traición, la resistencia es victoria".
Cuatro prisioneros del PKK siguieron su acción: El 18 de mayo de 1982, Ferhat Kurtay, Eşref Anyık, Necmi Öner y Mahmut Zengin se prendieron fuego.
Menos de dos meses después, el 14 de julio de 1982, se inició un ayuno de muerte en el "infierno de Amed" dirigido por los miembros principales del PKK Kemal Pir, Mehmet Hayri Durmuş, Akif Yılmaz y Ali Çiçek. Pedían el "fin de la tortura, la disciplina militar y la obligación de llevar el uniforme de la prisión".
Esta acción se considera la "primera chispa de la resistencia" y no sólo se dirigió contra las condiciones de las cárceles, sino que también fue una señal revolucionaria para la gente más allá de los muros de las prisiones, en los pueblos y ciudades y para los movimientos de izquierda para despertar a las masas y animar a los nuevos a luchar contra el régimen opresivo de Turquía.