KCK: "Haremos rendir cuentas a los responsables del genocidio yazidí"

“El pueblo de Shengal quiere vivir en un Irak unificado sobre la base del reconocimiento de su voluntad democrática. Solo reconociendo este derecho legítimo será posible apoyar al pueblo de Shengal y oponerse al genocidio”, advirtió KCK.

La Co-presidencia del Consejo Ejecutivo de la KCK (Unión de Comunidades del Kurdistán) emitió una declaración sobre el 9º aniversario del genocidio yazidí perpetrado por el Estado Islámico y sobre la responsabilidad internacional de apoyar los esfuerzos de los yazidíes por la autoadministración y autodefensa.

“Los parlamentos y gobiernos de muchos países han aprobado resoluciones que reconocen el genocidio yazidí. Estas han sido decisiones positivas y valiosas. Sin embargo, también se debe apoyar el derecho del pueblo de Shengal a tener una autoadministración democrática [y] fuerzas de autodefensa”, indicó la declaración de KCK, que además incluye lo siguiente:

“Hace nueve años, el EI [Estado Islámico- ISIS] cometió un genocidio contra el pueblo yazidi en Shengal [Sinjar]. Los propios yazidíes lo definen como el genocidio número 74 cometido contra ellos. Lamentablemente, miles perdieron la vida o fueron llevados cautivos, sufriendo así inimaginablemente. Nos gustaría honrar una vez más la memoria de quienes perdieron la vida durante el genocidio y expresar que compartimos el dolor del pueblo yazidí. Con gran disgusto condenamos a los grupos fascistas del ISIS, estos enemigos de la humanidad, así como a sus colaboradores que cometieron el genocidio. También nos gustaría renovar nuestra promesa de que, como Movimiento por la Libertad Kurda, apoyaremos al pueblo de Shengal en general y al pueblo yazidí hasta el final. Haremos rendir cuentas a todos los responsables del sufrimiento y el genocidio.

El pueblo yazidi ha sido objeto de ataques y masacres por parte de poderes soberanos muchas veces a lo largo de la historia debido a su fe. Por lo tanto, es muy difícil explicar la historia y la vida del pueblo yazidi, que ha estado marcada por genocidios y masacres. Además de buscar razones, solo pensar en esta realidad es bastante difícil. Lo que se ha hecho con los yazidíes solo puede describirse como una mentalidad oscura y un salvajismo. La mentalidad de los grupos fascistas del EI, que infligieron el genocidio número 74 sobre el pueblo yazidí, lo revela claramente.

La humanidad en su conjunto tiene una responsabilidad histórica frente a un pueblo que ha vivido tantas masacres y genocidios a lo largo de la historia. La responsabilidad de la humanidad es crear las condiciones en las que el pueblo yazidí no vuelva a ser objeto de genocidio, pueda mantener viva su fe y su cultura y asegure su autoadministración democrática y su autodefensa. Sólo esta puede ser la actitud correcta frente a los genocidios del pasado. El estándar global actual de valores, rectitud, moralidad, conciencia y equidad está definido por el enfoque hacia la gente de Shengal y los yazidíes. Sin reconocer esta realidad y actuar en consecuencia, no se puede hablar de valores humanitarios y conscientes, de justicia y democracia.

Es bien conocida la actuación de las fuerzas estatales iraquíes y del KDP ante el ataque del EI. No resistieron pero dejaron desprotegida a la gente de Shengal, exponiéndola así a un genocidio. Si las fuerzas guerrilleras no hubieran estado allí y si las fuerzas de las YPG/YPJ no se hubieran apresurado a ayudar a la gente de Shengal, habría habido un genocidio mucho mayor. Fueron los combatientes de la guerrilla y de Rojava, todos muy unidos a Rêber Apo [Abdullah Öcalan], quienes impidieron un genocidio aún mayor. Sin embargo, aquellos que no tomaron una postura contra el genocidio hoy intentan imponer su propio gobierno en Shengal y quieren eliminar la autoadministración democrática y las fuerzas de autodefensa del pueblo yazidí. Esto constituye un gran insulto al pueblo yazidi. El llamado 'Tratado del 9 de octubre', que fue firmado por el gobierno de Kadhimi en nombre del estado iraquí y el KDP con el apoyo de las Naciones Unidas (ONU), es un documento que representa este insulto y vergüenza. Este tratado, que contempla el gobierno del KDP sobre Shengal, es completamente antidemocrático. Imponerlo significa continuar con el genocidio contra los yazidíes. Es muy lamentable que el pueblo de Shengal y sus instituciones democráticas no hayan sido consultados, mientras que aquellos que expusieron al pueblo de Shengal al genocidio hicieron un tratado entre ellos y se lo impusieron a Shengal. Imponer esto a la gente y no tomar una postura en contra de esto constituye un crimen mayor que el genocidio en sí. Todos deben tomar la actitud correcta sobre este tema y las imposiciones sobre la gente de Shengal deben detenerse.

Las demandas del pueblo de Shengal por una autoadministración democrática y fuerzas de autodefensa son legítimas. No hay nada más legítimo y natural que un pueblo que ha sido objeto de genocidio exija vivir su creencia y cultura y tener estas instituciones. Esto no sólo de conformidad con las leyes iraquíes e internacionales, sino que también constituye una necesidad. Rechazar estas demandas es ilegítimo. Por lo tanto, el estado iraquí debe abandonar su actitud actual con respecto a las imposiciones del KDP y el estado turco. Debe rechazar estas imposiciones y adoptar un enfoque que respete la voluntad del pueblo de Shengal y resuelva los problemas a través del diálogo y la reconciliación. Los intereses del estado iraquí no se encuentran en la política del KDP y el estado turco, sino en resolver los problemas con la gente de Shengal a través del diálogo. Los estados y las instituciones internacionales, especialmente la ONU, no deben apoyar imposiciones que no respeten la voluntad del pueblo de Shengal. El KDP quiere que Shengal esté bajo su dominio y que los yazidíes lo sirvan. El estado turco, por otro lado, tiene una mentalidad anti-kurda. Quiere llevar a cabo un genocidio kurdo. Es expansionista y colonialista. Al aumentar su influencia sobre Kurdistán del Sur/Norte de Irak y Shengal, quiere establecer la hegemonía sobre todo Irak. 

Los estados y las organizaciones internacionales también tienen responsabilidades claras hacia el pueblo de Shengal. El pueblo yazidí es una comunidad con una fe muy arraigada. Este pueblo ha sido masacrado y ha enfrentado varios genocidios a lo largo de la historia. Debe ser apoyado y se le debe permitir tener una autoadministración democrática y fuerzas de autodefensa, asi como vivir su fe y cultura. Los parlamentos y gobiernos de muchos países han aprobado resoluciones que reconocen el genocidio yazidi. Estas han sido decisiones positivas y valiosas. Sin embargo, también se debe apoyar el derecho del pueblo de Shengal a tener una autoadministración democrática, fuerzas de autodefensa y vivir su fe y cultura, y se deben tomar decisiones al respecto. Los pueblos que han sobrevivido al genocidio tienen este derecho muy legítimo. Por lo tanto, todos los que se consideran humanos y valoran su propia moral y conciencia necesitan apoyar esto. El pueblo de Shengal quiere vivir en un Irak unificado sobre la base del reconocimiento de su voluntad democrática. Solo reconociendo este derecho legítimo será posible apoyar al pueblo de Shengal y oponerse al genocidio”.