La crisis económica turca afecta a los nómadas de Hakkari

La crisis económica de Turquía se agrava día a día debido a las políticas de guerra del AKP-MHP, y también afecta a los nómadas de Hakkari.

Hakkari (Colemêrg) es una región de montañas y manantiales en el Kurdistán Norte, donde la ganadería es la principal fuente de sustento de la población. Los nómadas, que van a la meseta en mayo, permanecen allí 6 meses. Alimentan a sus animales y se ganan la vida con leche, yogur, queso y hierbas que recogen en las montañas. Los productos que producen se venden a los que vienen de fuera, sobre todo a los habitantes de Hakkari. En las tierras altas, las mujeres se ocupan de todo. Suele haber una división del trabajo entre las mujeres. Algunas ordeñan los animales, otras cortan la lana y otras elaboran productos como yogur y queso.

Zeynep Özer, que desde hace años continúa la tradición del berîvan yendo al altiplano de Hakkari, ha declarado que la mayoría de los que iban abandonaron este trabajo. Afirmando que la gente no sabe qué hacer debido a la crisis económica de Turquía y la subida de los precios también en el territorio kurdo, dijo que los que tienen ganado no pueden ganar dinero y no pueden permitirse comida, bebida y ropa. Afirmó que todo se ha vuelto mucho más difícil con la crisis económica, y añadió: "Antes había 14 o 15 familias en nuestra meseta, pero ahora sólo hay 5 familias. La mayoría de los que vinieron a esta meseta antes tuvieron que vender sus ovejas. Antes de la crisis, solíamos ir a la meseta en coche y gastar 50 TL, pero ahora tenemos que pagar más de 350 TL. Nos resulta muy difícil ir y venir a la meseta. Por estas razones, mucha gente tiene que dejar este trabajo. Si sigue así, yo también tendré que dejarlo".

Estamos afectados

Özer conitnuó: "Nos hemos vuelto incapaces de satisfacer las necesidades de los animales. Los precios de los animales han subido, pero el aumento de otros productos es mayor. Las medicinas que compramos para los animales son muy elevadas, el salario del pastor y sus necesidades nos suponen un reto. Debido al aumento del coste de la vida, el número de personas que realizan este trabajo está disminuyendo. Antes, esta meseta estaba de fiesta. Pero ahora todos están deprimidos. La razón es la crisis económica, así como la guerra y las muertes. Lo que producimos aquí ya no basta para ganarnos la vida".