Los Peshmerga, dirigidos por el partido en el gobierno del KDP, atacaron a las Fuerzas de Defensa Popular (HPG) cerca de Amedi (Amadiya). Según la información sobre el terreno, tres guerrilleros de las HPG resultaron gravemente heridos.

El ataque tuvo lugar por la tarde de ayer a las afueras del pueblo de Sêgirkê, a unos 70 kilómetros al nordeste de Dihok.

Según informó el periodista Fırat Botan para el canal de televisión kurdo Medya Haber TV, la unidad guerrillera fue emboscada por los Zêrevanî-Peshmerga y atacada. Los Zêrevanî son una fuerza policial militarizada creada por el PDK y comandada por el Ministerio del Interior. Las HPG aún no han hecho ninguna declaración sobre el incidente.

El ataque de los Peshmerga contra las guerrillas del PKK va de la mano del despliegue de tropas del PDK en las Zonas de Defensa de Medya y la presencia de aviones teledirigidos de combate pertenecientes al ejército turco. Hace una semana, tres civiles kurdos murieron en un ataque aéreo turco en Dêrelûk.

Preparaciones para la guerra en Bashur

El KDP ha llevado a cabo numerosas provocaciones en Bashur desde octubre. El partido, dominado por la familia Barzani, no sólo colabora con el régimen del AKP/MHP en Turquía por medio de servicios de inteligencia y propaganda, también, cada vez más, se está convirtiendo en la fuerza motriz de una inminente guerra civil. Durante días, la dirección del PDK y sus medios de comunicación han declarado que el movimiento de liberación kurdo es responsable de la ola de protestas contra la élite política en Hewlêr y de la violencia en las manifestaciones.

Escalada en las protestas contra el gobierno del KDP

Desde hace una semana, se ha vivido una escalada en las protestas. La gente protesta por el impago de los salarios en el sector público, la corrupción desenfrenada, la falta de servicios estatales, especialmente de los suministro de electricidad y agua, y el altísimo desempleo en Bashur. Las sedes de los dos partidos gobernantes, el PDK y la PUK, así como varios edificios institucionales, fueron incendiados en varias ciudades. Las fuerzas de seguridad actuaron con gran brutalidad contra los manifestantes: desde el comienzo de la actual ola de protestas el pasado 2 de diciembre, nueve personas han perdido la vida. Más de 150 han resultado heridas, algunas de ellas de gravedad. Ocho de las muertes se deben al uso de armas de fuego por las fuerzas de seguridad, y dos de los manifestantes muertos eran menores.