En su comunicado diario sobre la guerra en el sur de Kurdistán, la Oficina de Prensa de las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG) informó el martes, 21 de febrero, del uso continuado de bombas de fósforo por parte de Turquía en las zonas guerrilleras.
En consecuencia, el ejército turco llevó a cabo 17 ataques con proyectiles que contenían fósforo disparados desde tanques. Las agresiones se dirigieron contra posiciones de resistencia de la guerrilla en la región de Çemço y en las inmediaciones del pueblo de Sîda. Ambas áreas están ubicadas en el subdistrito de Sheladize en el distrito de Amadiya.
Al mismo tiempo, se descargó humo tóxico de neumáticos de automóviles encendidos y otros materiales plásticos en un túnel subterráneo de las instalaciones de la guerrilla, informaron las HPG.
El comunicado agega que un grupo de soldados de ocupación turcos fueron atacados mientras intentaban colocar artefactos explosivos alrededor de posiciones guerrilleras en Çemço. "Para mantener su defensa, nuestras fuerzas atacaron a los ocupantes utilizando tácticas de sabotaje", indicaron HPG.
Las HPG también informaron de un total de 36 ataques con obuses, tanques y armas pesadas contra posiciones guerrilleras en el macizo de resistencia de Gire Cudi, Çemço y Sida.
Por otro lado, los alrededores del pueblo de Gunde Bepalan fueron bombardeados por aviones de combate.
Los ataques de Turquía se produjeron a pesar del alto el fuego anunciado por la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK). La decisión se tomó después del devastador terremoto en la zona fronteriza entre Turquía y Siria el 6 de febrero. Las guerrillas kurdas, que incluyen las HPG y las YJA Star (Tropas de Mujeres Libres), están implementando el llamado al cese de todas las hostilidades y están en una posición defensiva.
En una declaración del 9 de febrero, la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), una organización paraguas del movimiento de libertad kurdo del que también es miembro el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), pidió el cese de las acciones militares en Turquía, en las metrópolis y ciudades. “Es necesario evitar que la gente experimente aún más sufrimiento en esta aflicción”, advirtió Cemil Bayık, copresidente del consejo ejecutivo de la KCK.
El Cuartel General Central de las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HSM) expresó su apoyo al llamado de la KCK y declaró el 11 de febrero que la guerrilla estaba lista para hacer su parte para aliviar el sufrimiento de la gente.