El pueblo de Şikeftan, en el distrito de Şemdinli de la provincia de Hakkari, está bajo asedio militar desde el 21 de marzo, cuando se encontró un explosivo de 52,500 kg en un coche conducido por un agente de policía con las iniciales A.K.

En la fecha del incidente, el ministro turco del Interior, Süleyman Soylu, afirmó que el explosivo en cuestión fue cargado en Irak en un vehículo que luego fue llevado a Şemdinli, pero cuyo objetivo era Estambul.

En el marco de la investigación iniciada tras la declaración del ministro, las tropas turcas sitiaron la localidad de Şikeftan. El acceso al pueblo ha estado restringido durante 40 días.

Según los informes, las tropas turcas presionaron a los residentes y despoblaron la aldea. Del total de 50 familias que vivían en el pueblo, 35 ya se han marchado. De las 15 familias restantes, 14 han vendido sus ovejas y la otra es acosada por los soldados para que haga lo mismo. Los aldeanos no tienen acceso al agua desde hace 10 días y no se les permite salir de los alrededores de sus casas. Los que intentan salir del pueblo para abastecerse son sometidos a cacheos y otras medidas por parte de las fuerzas turcas.
El Estado turco ha intensificado la represión de la población kurda en las aldeas tras los ataques de ocupación que lanzó contra las zonas de defensa de Medya, en el sur del Kurdistán (norte de Irak), controladas por la guerrilla, el 17 de abril.