El Estado turco está provocando un desastre medioambiental tanto en el Kurdistán del Sur como en las regiones que ocupa en Rojava.
La deforestación se está produciendo en muchas regiones del Kurdistán del Norte. Los guardias de las aldeas empezaron a cortar árboles en las montañas de Besta, Cudi y Gabar en Şırnak el año pasado, y siguen haciéndolo en julio.
La zona de deforestación, realizada bajo la vigilancia de los soldados, se amplía día a día.
Especialmente en la región de Besta, entre Şırnak y Siirt, la tala de árboles ha aumentado.
Después de que los árboles cortados en las zonas montañosas son recogidos en zonas llanas por tractores, se cargan en camiones y se transportan a las provincias occidentales para su venta.
Se informa de que hasta la fecha se han cortado miles de toneladas de árboles en la región de Besta.
Las nuevas regiones que se suman a la destrucción de árboles son: Keniyamîr, Birateto, Birapeşo, Deyndarok, Cinîwer, Belûzer, Rîsor, Serêrû, Tîkera, Qûrteka peşya, Girêdeyince, Şerevan, Xirtkbestê y Navyan.
Los árboles cortados en estas 14 zonas se recogen en la región de Navyan, en el monte Cudi, y desde allí se llevan en camiones a distintas ciudades para su venta.