Las madres de los huelguistas de hambre encarcelados, Engin Ulugana y Atilla Coskun Uzer, hicieron hincapié en que sus hijos no planean poner fin a sus protestas hasta que termine el aislamiento, y declararon que su demanda legítima debe cumplirse de inmediato.

Atilla Coskun Uzer, de Ercis, Van, ha estado en huelga de hambre en la prisión cerrada tipo T de Patnos durante 115 días. Engin Ulugana ha estado en huelga de hambre en la prisión cerrada número 1 de Izmir Aliaga durante 74 días. El padre de Ulugana, Sevket Ulugana, también está encarcelado en la prisión cerrada de alta seguridad de Van, y también está gravemente enfermo.

La madre de Engin Ulugana, Gunes Ulugana, llamó al gobierno turco y al Ministerio de Justicia y dijo que debe ser cumplida la demanda justa y legítima de los huelguistas. Ulugana dijo: “No tenemos paz en nuestra propia casa. Mi hijo ha estado en huelga de hambre por 74 días. Cada uno de los huelguistas de hambre es como un hijo para mí. No podemos comer pensando en ellos. Este aislamiento debe terminar de una vez".

Nadide Coskun Uzer (80), quien vive en Ercis, dijo: “Las autoridades deben actuar inmediatamente antes de que nuestros hijos mueran. Nosotros, como madres, estamos devastadas. No sabemos qué hacer. El gobierno debe encontrar una solución para estas huelgas de hambre de una vez".