Miles de personas se reunieron el domingo en Hesekê para el emotivo funeral de las comandantes de las YPJ Jiyan Tolhildan, Roj Xabûr y Barîn Botan.
Las mujeres, que eran comandantes de la unidad antiterrorista YAT, murieron hace unos días en un ataque selectivo con drones del Estado turco en el norte y el este de Siria. El domingo por la tarde se celebró una ceremonia en presencia de sus compañeros, familiares y miembros de las estructuras militares y políticas en el cementerio de Şehîd Dijwar, en la localidad de Dawudiyê. Tras la ceremonia, las mujeres fueron enviadas a sus ciudades natales.
El servicio fúnebre por Jiyan Tolhildan, Roj Xabûr y Barîn Botan comenzó con un minuto de silencio seguido del lema "Şehîd namirin" (Los mártires son inmortales). La presidenta del PYD, Asya Abdullah, elogió a los tres comandantes como "pioneros de la libertad" y describió como un deber partidista ofrecer resistencia para defender la revolución. "Lucharemos por el PYD, por todas las fuerzas de defensa y por nuestras familias patrióticas".
Abdullah acusó a la comunidad internacional de complicidad en el mortal ataque con drones contra las tres mujeres y dijo: "Por cada crimen cometido por los ocupantes turcos contra nuestro pueblo, la opinión pública mundial tiene la misma responsabilidad. Porque persiste en su silencio contra la injusticia en nuestras regiones".