Durante 25 días, las madres de los mártires han estado exigiendo los cuerpos de las guerrilleras Tolhildan Raman y Serdem Cûdî al partido gobernante de Kurdistán del Sur, KDP. Las dos mártires eran de Rojava y murieron en una emboscada del KDP en Xelifan.

A las madres que se unieron a la acción en una tienda de campaña se les ha negado repetidamente la entrada al sur de Kurdistán por parte de las fuerzas del KDP, y se las ha desanimado con falsas promesas. Por ejemplo, el partido había prometido la semana pasada entregar los cuerpos de las mártires a las familias, pero hasta ahora no ha sucedido nada. Las mujeres están decididas a continuar con su acción de protesta hasta que lo logren.

El Movimiento Comunista Revolucionario y el Movimiento de Mujeres Comunistas Revolucionarias visitaron a las familias que se unieron a la protesta.

Tras ser saludada por las y los activistas, la delegación se dirigió a la puerta fronteriza de Peşxabur e hizo una declaración en la que criticaba los ataques y la traición del KDP contra la guerrilla y el pueblo kurdo.

La declaración decía: "Eliminaremos las fronteras si los cuerpos de las mártires no son devueltos a sus familias. El gobierno turco y sus partidarios tienen la intención de destruir al pueblo kurdo. El KDP se ha convertido en un aliado estatal de Turquía y está traicionando al pueblo kurdo. La cooperación entre el KDP y el estado turco socava la unidad kurda".

Al señalar que el enemigo no puede quebrantar la voluntad de la gente de la región, el grupo condenó la colaboración del KDP con el estado turco. Pidieron al partido que dejara de cooperar con Turquía y de atacar a la guerrilla.