Vigilia en Ginebra pide pasos democráticos para lograr una paz duradera

La Vigilia por la Libertad, que se celebra frente a la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra desde 2021, ha llegado a su 53º mes.

IMRALI

Desde el 25 de enero de 2021, la Comunidad Democrática Kurda de Suiza lleva a cabo una vigilia frente a la sede de la ONU en Ginebra. Todos los miércoles, activistas protestan frente al edificio de las Naciones Unidas para exigir la liberación del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan. La acción forma parte de la campaña "Dem dema azadiye" (Tiempo de Libertad) y se dirige contra el aislamiento del líder kurdo en la isla-prisión turca de Imrali, los ataques de la ocupación turca en Kurdistán, las masacres cometidas en territorio kurdo y el silencio de la ONU.

Durante la manifestación de esta semana, que se celebró en una carpa instalada en la Plaza de las Naciones, donde se encuentra la Oficina de la ONU, los activistas rindieron homenaje a Ali Haydar Kaytan y Rıza Altun, dos líderes fundadores del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), cuya muerte fue anunciada por el PKK el 12 de mayo.

Tras un minuto de silencio en memoria de los mártires, Veysel Kuşkanadı, en nombre del Comité de Acción de Ginebra, saludó el "Llamado a la paz y a una sociedad democrática" del líder kurdo Abdullah Öcalan del 27 de febrero, por ofrecer soluciones pacíficas y democráticas a los problemas fundamentales de Turquía.

Kuşkanadı enumeró las principales demandas destacadas en la declaración de Öcalan de la siguiente manera:

* Restablecimiento del mecanismo de diálogo

* Institucionalización del proceso de negociación

* Fortalecimiento de las bases democráticas

* Garantizar un ambiente de no conflicto y confianza.

* Iniciación de procesos de reconciliación social y justicia restaurativa

El Comité de Acción invitó a los destinatarios de este llamado a dar forma al futuro de Turquía a través de medios democráticos, enfatizando que la paz duradera sólo puede lograrse a través de la responsabilidad social.

La declaración también criticó las acciones del gobierno iraquí contra el campo de refugiados de Makhmur. Enfatizó que las políticas de asedio y aislamiento implementadas durante más de seis años son contrarias a los derechos humanos y exhortó a las Naciones Unidas a romper su silencio.