El escritor e intelectual kurdo Musa Anter fue conmemorado en Amed (Diyarbakir) el domingo. Anter fue asesinado a tiros en la calle abierta del distrito de Seyrantepe el 20 de septiembre de 1992 por los tristemente célebres escuadrones de la muerte de JITEM, el servicio secreto no oficial de la policía militar turca (gendarmería), cuya existencia fue negada por el Estado turco durante años y que es responsable de al menos cuatro quintas partes de los asesinatos no identificados en el Kurdistán del Norte.

Además del hijo de Musa Anter, Dicle Anter, participaron en la conmemoración en el lugar del crimen diputados del Partido Democrático Popular (HDP), así como miembros de la Asociación de Periodistas de Dicle Firat (DFG) y de la Plataforma de Mujeres Periodistas de Mesopotamia (MKGP).

En un discurso, el periodista Serdar Altan, copresidente de la DFG, recordó la función pionera de "Apê Musa", como se llamó cariñosamente al escritor. La portavoz del MKGP Ayşe Güney dijo en un discurso que Musa Anter dejó un valioso legado a todos los periodistas kurdos y es hoy un símbolo de coraje. "Es un gran honor para nosotros continuar en el camino que él ha abierto. Aún hoy no es un camino fácil, requiere coraje y un gran compromiso", dijo el periodista.

En memoria de su padre, Dicle Anter dijo que las semillas que había plantado han brotado y crecido. "Sus estudiantes están creciendo cada día. Cada vez que los periodistas son arrestados, nuevos periodistas toman su lugar. Esto se ha convertido en una tradición entre nosotros".

La vicepresidente del HDP, Meral Danış Beştaş, señaló que nadie fue castigado por el asesinato del entonces intelectual kurdo de 72 años y que los autores han sido protegidos por el Estado durante 28 años a pesar de las confesiones hechas hasta la fecha. "Los gobiernos han cambiado, los nombres de los autores han cambiado, pero la opinión de este sabio kurdo no ha cambiado. Apê Musa defendió la lengua kurda, pero al mismo tiempo defendió la hermandad de los pueblos", dijo la diputada del HDP.

Después de los discursos, se colocaron claveles en la escena del crimen.