Tras el mortal ataque aéreo turco contra Kasim Engin en el sur del Kurdistán (norte de Irak), muchas personas tomaron las calles de Sulaymaniyah (Silêmanî) el lunes y exigieron el fin de los ataques de la ocupación turca. El principal miembro del PKK, Kasim Engin, cayó mártir el 27 de mayo en un bombardeo de la Fuerza Aérea Turca en la región de Bradost, según anunció ayer el Comité Ejecutivo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Turquía ataca el territorio del Kurdistán del Sur prácticamente a diario. En particular, se está atacando la zona de retirada de la guerrilla, ya que Ankara está tratando de anexionar las regiones del Kurdistán del Sur controladas por las Fuerzas de Defensa Popular (HPG) a su propio territorio nacional. Como esas zonas limitan con zonas de asentamientos civiles, el Gobierno turco está aplicando una política de expulsión selectiva, principalmente mediante la destrucción de la infraestructura civil y aterrorizando a la población. Se atacan periódicamente las zonas residenciales de la población ancestral. La región autónoma gobernada por el KDP en Hewlêr (Erbil) ignora los esfuerzos de Turquía por ocuparla, mientras que el gobierno central iraquí en Bagdad se contenta con hablar de boquilla.

Armanc Hemereşîd, del Consejo de Familiares de los Mártires del PKK en el Kurdistán del Sur, también lo señaló. La organización ha convocado una manifestación en el centro de la ciudad que ha sido seguida por una manifestación durante el día de ayer. Organizaciones de jóvenes y mujeres como Komeleya Ciwanên Welatparêz, Jinên Ciwanên Têkoşer, Tevgera Azadî y otras iniciativas participaron en la protesta. Hemereşîd declaró en un discurso: "La sangre del Kurdistán revolucionario gotea de las manos del Estado turco de ocupación. Turquía está tratando de llevar a cabo brutales masacres contra la población kurda con la ayuda de traidores. Pero este Estado fascista sabe muy bien que mientras un kurdo viva, luchará contra él y la antorcha de la lucha brillará siempre".

El discurso de Hemereşîd fue interrumpido repetidamente por consignas como "muerte a la traición" y "represalias". Además, el lema "Los mártires son inmortales" resonó en el parque de Baxçê Giştî, donde tuvo lugar el mitin. El Consejo de Familiares de los Mártires se comprometió a continuar las protestas contra Turquía. Se instó al pueblo kurdo y a todos los partidos políticos a no guardar silencio ante estos "bárbaros ataques" del Estado turco.

Noticias relacionadas: