Tras el genocidio del ISIS contra los yazidíes, que comenzó el 3 de agosto de 2014 en la región de Shengal (Sinjar), decenas de miles de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares. Gran parte de los yazidíes que no quisieron abandonar la región fueron alojados en los campamentos de Çem Mişko, Keber 1, Keber 2, Bacid Kendale, Şariye, Xankê, Qadiya y Erbad. Ahora, aunque han pasado ocho años desde el genocidio y Shengal ha sido liberada, los yazidíes siguen luchando por sobrevivir en los campamentos del Kurdistán del Sur o Bashur (norte de Irak).
Hemos hablado con Merwan Shengali, del Partido Yazidí para la Libertad y la Democracia (PADÊ), sobre el trasfondo de esta situación.
“Una mayoría todavía en la misma tienda de campaña”
Shengalî ha señalado que los yazidíes de los campamentos tienen que vivir en condiciones muy precarias: “Se enfrentan a dificultades en todos los ámbitos de la vida. Por ejemplo, la mayoría sigue viviendo en las tiendas de campaña que compraron en 2014. Muchas tiendas se han quemado hasta el día de hoy y hay graves problemas de seguridad. En resumen, la vida en los campamentos no es vida”.
En cuanto a las razones por las que estos yazidíes, sin embargo, no regresan, Shengalî ha dicho: “Una de las razones es que los fondos presupuestarios [del Estado iraquí] destinados a la construcción de la región siguen sin gastarse en Shengal. La Administración Autónoma de Shengal es capaz de satisfacer las necesidades de la población hasta cierto punto dentro de los medios y posibilidades de que dispone. Sin embargo, nuestras instalaciones son inadecuadas y, si el gobierno iraquí no presta apoyo, la población no podrá regresar y no se podrán resolver los problemas de infraestructuras y servicios”.
“El doble rasero del gobierno central”
Merwan Shengalî ha señalado que existen graves problemas en el ámbito de los servicios públicos, especialmente el agua y la electricidad, y que la Administración Autónoma de Shengal no puede ocuparse sola. Shengalî ha subrayado que el gobierno central de Bagdad debería apoyar al pueblo de Shengal tanto como el regreso de los iraquíes a su tierra: “Por desgracia, el gobierno tiene un doble rasero y el pueblo de Shengal se ve privado de este apoyo. Queremos que el gobierno iraquí proporcione todo tipo de apoyo material y moral a los que quieren volver a Shengal, especialmente el pago de indemnizaciones por los daños materiales causados”.
“No hay un problema de seguridad en Shengal”
En cuanto a las acusaciones de que no hay seguridad en la región, Shengalî ha declarado: “No hay ningún problema de seguridad en Shengal, ni siquiera se oye el ruido de las balas. Pedimos a quienes han hecho estas afirmaciones que respondan a la siguiente pregunta: ¿Es seguro el Kurdistán del Sur? El ISIS comete atentados todos los días en todas las regiones de Irak. Además, ¿cómo se puede hablar de seguridad cuando el territorio del Kurdistán del Sur está ocupado tanto por tierra como por aire? Shengal también forma parte de esta región, y esto es Oriente Medio. Es, en conjunto, una región en la que pueden producirse atentados y muertes todos los días. Sin embargo, Shengal es más segura que otras regiones del Kurdistán del Sur, porque Shengal confía en su propia fuerza”.
“La gente que no regrese podría perder sus tierras”
El representante de PADÊ ha subrayado que los yazidíes deben regresar por su propia voluntad y no bajo la presión de la ONU o de Irak, y ha agregado: “Después de todos los genocidios y expulsiones anteriores que han sufrido los yazidíes, los que abandonaron su tierra no volvieron y sus propiedades y tierras quedaron en manos de otros. El mismo peligro existe ahora. Los que no regresen ahora a Shengal pueden perder sus tierras más adelante”.
Shengalî ha señalado que árabes suníes, chiíes y turcomanos han regresado a Til Afar en los alrededores: “Si estos grupos étnicos regresan y los yazidíes no, entonces hay peligro. Porque las zonas no reclamadas podrían ser confiscadas”.
¿Por qué los rescatados de manos del ISIS no son llevados a Shengal?
Por último, el representante de PADÊ ha destacado un detalle importante en la política hacia Shengal. Ha informado de que las mujeres y los niños yazidíes que han sido liberados de las manos del ISIS han sido llevados deliberadamente al extranjero en lugar de regresar a Shengal: “Las personas liberadas son llevadas al extranjero para recibir tratamiento. Esto forma parte de la política de desplazar a la gente de Shengal. No quieren que los acontecimientos y los recuerdos resultantes sigan vivos aquí”.