En vísperas del Día del Trabajador, ANF habló con la integrante de Tum Bel-Sen y secretaria general de finanzas Satı Buruncu sobre las presiones sobre los sindicatos en los tiempos de crisis actuales.

Buruncu dijo que había dos cosas que no se podían lograr durante el gobierno del AKP, la primera de las cuales era la indemnización por despido de la clase obrera, y la segunda la seguridad laboral de los trabajadores públicos.

"El AKP -dijo Buruncu- no lo logró en años anteriores, pero durante el estado de emergencia, decenas de miles de trabajadores públicos fueron despedidos. 1.500 trabajadores del gobierno local, que eran miembros de nuestro sindicato, se quedaron sin trabajo y, por lo tanto, sin ingresos en cuestión de un minuto. Incluso se debatió si podían votar en las últimas elecciones locales, como si esta ilegalidad experimentada por los trabajadores públicos despedidos por el Decreto no fuera suficiente. Al candidato que ganó las elecciones se le impidió ocupar su puesto a pesar de haber sido elegido concejal o alcalde".

Paquete de reformas contra los trabajadores

Buruncu dijo que el paquete de reformas anunciado por el Ministro de Finanzas de Albayrak es un paquete de contrarreformas para los trabajadores, y añadió que, en realidad, este significará perder la seguridad laboral y las libertades sindicales.

"Los trabajadores de baja cotización, con pocos ingresos, se enfrentarán a más desempleo y pobreza - dijo la sindicalista - y continuarán traspasando dinero a los empresarios que crearon la crisis. Esta es la razón más importante por la que los trabajadores deben continuar luchando. Este 1 de mayo es una fecha importante. Debemos mostrar al mundo la unidad de los trabajadores contra los patrones y su gobierno. Debemos decir claramente que no queremos pagar la carga de la crisis".