Mithat Sancar, copresidente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), dejó claro una vez más en la reunión del grupo parlamentario del martes en Ankara que su partido se adhiere al contenido de la Declaración de Newroz emitida por Abdullah Öcalan en 2013.

Sancar señaló que el Año Nuevo es celebrado por muchos pueblos de Oriente Medio el 21 de marzo: "Newroz es el símbolo de la esperanza de una nueva vida y representa la resistencia contra la injusticia y el hambre de justicia". Las iniciativas que tuvieron lugar en Newroz por la paz y la solución están vivas en la memoria social de este país. Es un día precioso en el que tenemos la oportunidad de tocar el origen de las múltiples crisis que se repiten en el país. Si no volvemos al origen de los problemas, no habrá salida al sistema de injusticia represiva. Los pueblos que viven en este suelo empapado de dolor llevan cien años exigiendo una paz justa. Su anhelo es grande. Mientras no haya una paz justa, el dolor causado por los golpes de Estado, el derramamiento de sangre y la injusticia prevalecerá en esta tierra. Siempre son los pueblos los que tienen que pagar el precio de la destrucción de cualquier perspectiva de paz.

Newroz 2013 ha mostrado el camino hacia la paz

Me gustaría recordar Newroz 2013. Queridos amigos, es nuestro deber recordar el mensaje que se dio en ese momento frente a una gran multitud. En ese momento, se estaba llevando a cabo un proceso de resolución, que se terminó debido a cálculos de poder. Desde que se volcó la mesa de negociaciones, los acontecimientos han tomado un rumbo cuyo precio es muy alto. Todo se ha puesto patas arriba. Ya no hay democracia, ni sistema jurídico, ni justicia. Hace seis años hablábamos de callar las armas para siempre. Cómo se puede llegar hasta ahí se expuso en 2013 para Newroz. El llamamiento que se leyó entonces debe ser abordado y apoyado de nuevo hoy. La mesa de negociación volcada ha hecho que Turquía se derrumbe en todos los sentidos. Nos corresponde reconocer la razón de este colapso y trabajar juntos para encontrar salidas.

Una cuestión de valor

La exigencia de una paz justa no es un signo de debilidad o de cobardía. Tampoco es una ofensiva táctica. Exigir la paz siempre ha sido una cuestión de valor en este país. Luchar por la paz siempre ha sido un camino que ha costado. Por eso debemos dirigir la demanda de paz a las personas adecuadas y encontrar las palabras adecuadas. No tenemos ninguna expectativa en el gobierno, porque es el responsable del colapso. Si queremos tomar el camino correcto hacia una solución de la cuestión kurda y establecer una paz justa, debemos dirigirnos a la propia sociedad, a las fuerzas de la democracia y a la oposición.

Para que las armas del país callen

La oposición y las fuerzas de la democracia deben presentar un programa para una solución democrática y una paz justa. No debemos perder el tiempo con debates vacíos y manipuladores. Existimos para que las armas en este país sean realmente silenciosas. Para ello, cada uno debe cumplir con su responsabilidad y dar los pasos necesarios. La paz no puede ser considerada una bendición. Los gobernantes tienden a pensar que la paz es un acto de misericordia para la sociedad. Sin embargo, la paz se refiere a un proceso de construcción desde la base y sólo puede lograrse mediante la solidaridad, el trabajo y el coraje de las fuerzas de la sociedad. Esta es la base del llamamiento a la paz que se declaró al mundo entero hace ocho años en la celebración de Newroz en Diyarbakir. Hoy seguimos apoyando este llamamiento. Confiamos en nuestra experiencia política y en nuestra base y creemos en el poder de la paz. Confiamos en la voluntad de sacrificio del pueblo kurdo y en su inquebrantable compromiso con la libertad. Para ampliar este marco e incluir a los sectores más amplios de la sociedad, debemos hacer todo lo posible".

Día de esperanza y nuevos comienzos

Se equivocan quienes suponen que lograrán el éxito ignorando la voluntad, la lengua y la identidad del pueblo kurdo y disuadiéndolo de su lucha por la democracia y la paz mediante la detención de sus representantes electos, el nombramiento de fideicomisarios en sus ayuntamientos y las políticas antikurdas. El entusiasmo de Newroz unirá a los pueblos sin importar su color e identidad y a través de esto va a surgir la voluntad de traer una solución y la paz a este país. Esta construcción tendrá éxito definitivamente. Junto con la paz, se restaurarán la democracia y la justicia. Nos estamos preparando para Newroz con gran entusiasmo. Es una reunión de esperanza y fe en la resistencia contra la injusticia y la opresión. Por eso decimos que la libertad es una parte inquebrantable de nuestra identidad. Newroz es el día de la renovación de la vida".