Soldados turcos profanan tumbas guerrilleras en Bingöl
Un gran número de tumbas guerrilleras han sido destruidas en aldeas de las zonas rurales de la provincia de Bingöl.
Un gran número de tumbas guerrilleras han sido destruidas en aldeas de las zonas rurales de la provincia de Bingöl.
La campaña de exterminio del ejército turco contra las tumbas de los guerrilleros de los caídos crece cada vez más en el norte de Kurdistán. Después de un grave aumento de varios hechos de destrucción sistemática en abril, en las provincias de Van y Amed (Diyarbakir), los mismos actos se han extendido a otras regiones. Un gran número de tumbas guerrilleras han sido destruidas en los cementerios de la provincia de Bingöl.
La tumba de la guerrillera Sevda Serinyel fue atacada por la campaña de exterminio. La combatiente del Ejército Popular de Liberación (Halkın Kurtuluş Ordusu, HKO), el brazo armado del Partido Comunista Maoísta (MKP), murió en agosto de 2017 en el distrito de Ovacık en la provincia de Dersim durante enfrentamientos con unidades operativas turcas. Sus restos están enterrados en el cementerio del pueblo de Karer en el distrito de Adaklı.
La familia de Serinyel fue llamada y convocada a la estación militar el 14 de abril. El comandante de avanzada le preguntó a la familia quien había colocado esa lápida y había escrito las inscripciones en ella. Luego se ordenó a la familia que retirara la lápida. La familia rechazó la orden, diciendo que no había ninguna inscripción en la lápida que constituyera un delito.
Después de esto, los soldados turcos profanaron la tumba de Serinyel y eliminaron las inscripciones "Mercan" y "Morimos mucho por vivir".
Después del incidente, los soldados llamaron repetidamente a la familia, presionándoles para que quitaran la foto de la lápida. Los familiares de Serinyel comenzaron a vigilar el cementerio para evitar otro ataque.
Por otro lado, los soldados turcos profanaron algunas tumbas de guerrilleros HPG en las aldeas de Gözeler (İbrahiman), Karer y otras 9 aldeas habitadas por alevos. Los soldados luego llamaron a las familias y les dijeron que "quitaran las piedras rotas".