Sozdar Avesta explica quién quiere qué en Shengal

Sozdar Avesta (KCK) arroja luz sobre varias posiciones acerca de Shengal en una entrevista con ANF, y declara que el acuerdo alcanzado sin el consentimiento del pueblo yazidí se corresponde con un plan que afecta a todo Kurdistán.

Sozdar Avesta, del Consejo Presidencial de la KCK, ha hablado con la ANF sobre la situación en el asentamiento yazidí en Shengal y el acuerdo alcanzado el 9 de octubre en Bagdad. En este acuerdo, alcanzado bajo la supervisión de las Naciones Unidas y bajo la presión de los EE.UU. y Turquía, el partido gobernante de Bashur, el KDP, y el gobierno central iraquí definieron el futuro de Shengal y dividieron las responsabilidades entre ellos. La Administración Autónoma Yazidí, incluyendo sus fuerzas de defensa y seguridad, deben ser disueltas según este acuerdo.

Según Avesta, este concepto se corresponde con un plan previsto para todo Kurdistán. Publicamos un pequeño extracto de la entrevista, que trata de las siguientes tres dimensiones: ¿qué quiere la población de Shengal, qué quiere Irak y qué hace el PDK?

¿Qué quiere el pueblo de Shengal?

Lo que la gente de Shengal quiere está muy claro. Se han llevado a cabo innumerables masacres contra la comunidad yazidí, las heridas aún están muy frescas. Así que la gente rechaza el acuerdo porque significaría otra masacre. La población de Shengal ha cambiado desde 2014. Actúa conscientemente. Shengal necesita un estatus autónomo garantizado en la Constitución iraquí, con el que el pueblo pueda gobernarse a sí mismo y defenderse. La Constitución iraquí permite dicho estatus. El pueblo de Shengal y la sociedad yazidí han estado luchando por él durante seis años. En 2016, presentaron sus propios proyectos sobre este tema al entonces gobierno iraquí.

La gente de Shengal no quiere fundar su propio Estado. No quieren separarse de Irak y no quieren ocupar ninguna parte del país. Todo lo que quieren es una vida vivida con sus propias fuerzas y valores. El dolor experimentado no debe repetirse. Cuando se concluyó el acuerdo, no se pidió a la sociedad yazidí su opinión o consentimiento. A pesar de ello, el pueblo de Shengal se comportó responsablemente y expresó sus demandas por medios democráticos. Se han enviado varias delegaciones a Bagdad, una sigue allí para intentar resolver este problema a través del diálogo.

¿Qué quiere Irak?

No obstante, el gobierno iraquí ha desplegado un gran contingente de tropas en Shengal y esta tensión continúa. El gobierno sabe que los yazidíes no harán ningún daño, pero está bajo la presión del Estado turco y el PDK. Sin embargo, Irak no está obligado a ceder ante estas amenazas. Si cede a las amenazas contra un pueblo que ya ha sido víctima de numerosas masacres, no podrá mantener su multiestructura existente. La coexistencia entre las diversas comunidades en Irak ya no será posible. Los conflictos confesionales se profundizarán. Todos los grupos sociales en Irak percibirán al gobierno central como una amenaza. Y en el futuro, Irak se desmoronará. Lo que [el presidente turco] Erdoğan está tratando de implementar hoy en Shengal, es lo que tratará de hacer mañana en Kirkuk, Mosul y Til Afer. El gobierno iraquí quiere sacrificar Shengal para mantener su propio poder.

En su actual situación política y económica, Irak no podrá sostener una situación en la que el conflicto confesional se profundice y finalmente sucumba. Las potencias extranjeras están exigiendo concesiones a Irak y una mejora en las relaciones con Turquía. Irak sabe que el Estado turco apoya a ISIS. Sabe lo que ha pasado en los últimos siete años y cómo llegamos a la situación actual. Y porque lo sabe, tiene que terminar su cooperación política con Turquía. Irak debe llegar a un acuerdo estratégico con los yazidíes que tenga en cuenta los derechos del pueblo yazidí. Si Irak es capaz de hacerlo, su posición contra las amenazas del Estado turco y del PDK se fortalecerá. No debe involucrarse en estas maquinaciones y debe resolver los problemas existentes a través del diálogo y reconociendo la voluntad del pueblo yazidí.

¿Qué quiere el PDK, controlado por Turquía?

El PDK tiene una clara hostilidad hacia la fe yazidí. Muestra abiertamente esta hostilidad hacia Shengal. Está sirviendo a Turquía. Las políticas actuales del PDK se asemejan de hecho a la mentalidad fascista de la guerra especial de Erdoğan y Bahçeli. El PDK es hostil a la población de Shengal y a la comunidad yazidí. Nunca reconoció su voluntad. Sometió a este pueblo a una masacre. Lo que no fue destruido entonces, aparentemente será destruido hoy. Cuando Shengal fue ocupada por el ISIS, el PDK huyó y dejó a la gente en manos de los mercenarios. El movimiento de liberación kudo intervino entonces, y salvó al pueblo yazidí. En lugar de agradecerlo, el PDK continúa actuando como si lo hubiera hecho él mismo.

El primer ministro de hoy, Masoud Barzani, era el entonces oficial de seguridad del PDK y dijo: “Si el PKK abandona Shengal, lo derrotaremos en dos horas. No podréis resistir”. Esta persona todavía piensa así sobre Shengal hoy. Con la retirada de sus fuerzas de Shengal en la primavera de 2018, el PDK tomó una posición clara. La gente de Shengal es consciente de lo que el PDK realmente quiere. El PDK quiere usar a los yazidíes que viven en Duhok y sus alrededores en beneficio propio.

El pueblo de Shengal actúa de forma muy responsable con respecto a la unidad yazidí y el sagrado Ezidxan. Durante seis años, la gente ha estado resistiendo y mostrando un increíble compromiso. Los yazidíes han construido una administración y un gobierno autónomos, y se defienden a sí mismos. Saben que nadie más los protegerá de las masacres.