Catorce asociaciones profesionales, entre ellas la Asociación de Periodistas Dicle-Firat (DFG), el Sindicato de Medios de Comunicación Basın İş y el Sindicato de Periodistas de Turquía (TGS), han protestado por la violencia policial contra sus colegas en tres grandes ciudades de Turquía. Este tema volvió a estallar el fin de semana después de que el reportero de la AFP Bulent Kilic fuera brutalmente detenido en la Marcha del Orgullo de Estambul. Periodistas en Estambul, Ankara e Izmir exigieron ayer que se preserve la libertad de prensa.
El sábado, Kilic, quien se encontraba cubriendo la manifestación por los derechos del colectivo LGBTI+ prohibida por las autoridades turcas, fue reducido y esposado por agentes de policía. Las fotos muestran a un policía arrodillado sobre su espalda. Ayer, en Estambul, los colegas de Kilic se manifestaron frente a la Oficina de la Gobernación con pancartas en las que se leía ‘No podemos respirar’, ‘Manos fuera de la prensa’, ‘La represión no puede intimidarnos’ y ‘Medios libres - país libre’. Allí, Filiz Gazi hizo una declaración en nombre de las asociaciones presentes, señalando la violencia ejercida por la policía y la gendarmería contra los trabajadores de los medios de comunicación y calificando de ilegal una circular emitida por el Ministerio del Interior sobre los periodistas. Filiz Gazi explicó que Bülent Kilic, cuando fue detenido, dijo que no podía respirar, recordando a George Floyd en Estados Unidos. “No solo se priva a nuestros colegas de respirar, sino también al pueblo del derecho a acceder a la información. El periodismo no es un delito”.
El propio fotoperiodista Bülent Kilic ha declarado que los policías que le clavaron la rodilla en el cuello siguen en sus puestos y que ya no se siente seguro. Después de esta agresión, dijo, le llamaron colegas de varios medios de comunicación, pero no informaron sobre el incidente. Fue una cuestión de solidaridad profesional, dijo Kilic: “Nada es tan malo como dejar sin aliento a una persona. Por desgracia, me tocó vivirlo como periodista”. Al parecer, el trato fue tan grave que muchas personas reaccionaron ante él. “Quiero dar un breve mensaje; desde ayer, los colegas de Anadolu Ajansı y de diferentes emisoras de televisión me han llamado porque nos conocemos, pero en algunas cadenas se ha pasado por alto esta noticia. Me parece muy lamentable, se trata de una cuestión profesional”, agregó. Kilic agradeció a todos los demás su interés solidario y sus animosos esfuerzos por la libertad de prensa.