Al estilo típico de Erdogan, el primer ministro del Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), Masrour Barzani, ha acusado de espionaje a varios periodistas y activistas detenidos. "Han intentado volar edificios y secuestrar o matar a extranjeros en la región", dijo Barzani el miércoles durante una rueda de prensa en Hewlêr (Erbil). Las afirmaciones del político del KDP no se basan en hechos ni pruebas, sino en especulaciones y calumnias malintencionadas, según denunciaron varias organizaciones de derechos humanos. Así, no se vislumbra una solución rápida en el caso de quienes llevan meses en prisión preventiva sin motivo alguno.
Detenciones en respuesta a las protestas antigubernamentales
Como respuesta a las protestas del año pasado en el Kurdistán del Sur, algunas de las cuales fueron reprimidas sangrientamente, contra la mala gestión, la corrupción, el elevado desempleo, los salarios pendientes y el cierre de filas entre la élite política de Hewlêr y el régimen turco de Ankara, se produjeron oleadas de detenciones en toda la región autónoma. Las autoridades centraron su atención principalmente en profesores, trabajadores de los medios de comunicación y activistas de la sociedad civil. Las organizaciones de derechos humanos creen que al menos dieciséis personas, entre ellas el profesor y activista Badal Barwari y los periodistas Omed Baroshki, Guhdar Zebari, Sherwan Sherwani y Qahraman Shukri, siguen detenidos arbitrariamente sólo en la región de Behdinan, en la gobernación de Duhok. Algunos de ellos llevan casi medio año entre rejas, sin cargos.
Barzani: Individuos armados con una "mentalidad destructiva"
"Estas personas sólo se disfrazaban de activistas o periodistas, pero entre bastidores se dedicaban a otras cosas", afirmó Barzani. Dijo que eran "individuos armados" con una "mentalidad destructiva" que trabajaban para otros países. "Apoyamos los derechos de los periodistas y la libertad de expresión en todos los sentidos, pero cualquiera que quiera destruir nuestra seguridad será tratado de acuerdo con nuestras leyes", amenazó Barzani.
Acusaciones extrañas
"Nos tomamos las extrañas acusaciones del primer ministro como un anuncio inequívoco a la justicia para que haga lo que sea necesario", ha expresado un familiar de un activista detenido, que no quiere que se mencione su nombre por razones de seguridad. Especialmente en vista de varias detenciones en Hewlêr durante una manifestación el pasado domingo por la liberación de los detenidos, las palabras de Barzani sobre la libertad de prensa y la libertad de expresión en el Kurdistán del Sur suenan "absolutamente cínicas".
Metro: Al menos 385 agresiones contra periodistas e instituciones mediáticas
También hubo críticas del Metro Center for Journalist Rights & Advocacy, con sede en Sulaymaniyah. Según esta organización, en 2020 se produjeron al menos 385 agresiones contra 291 profesionales y agencias de los medios de comunicación, así como contra los periódicos, entre las que se incluyen agresiones físicas, detenciones, cierres de oficinas y denuncias aparentemente infundadas, o bien acoso. No sólo el Metro Center y otras organizaciones locales, sino también iniciativas en el extranjero han expresado su alarma por la situación de la libertad de prensa en el Kurdistán del Sur. Especialmente desde que el primer ministro Barzani asumió el cargo en julio de 2019, la situación de los profesionales de los medios de comunicación críticos ha sido especialmente dramática. En diciembre, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) había pedido a Masrour Barzani que cumpliera su promesa de "permitir el libre ejercicio de la libertad de prensa" en la región del Kurdistán.