La demanda presentada contra Çoban, acusado de “propaganda de una organización ilegal” por 15 noticias y artículos de 9 números del periódico kurdo Azadiya Welat en 2013, se reabrió después de que el Tribunal de Apelación anulara la sentencia de 5 años de prisión dictada contra él al considerarse que podría estar relacionada con otra demanda presentada contra el periodista. Ahora, el Tribunal ha condenado a Çoban a 4 años y 6 meses de prisión.
El hecho de se prohibiera a los periodistas asistir a la audiencia, que se celebró con retraso en el 7º Tribunal Superior de lo Penal de Diyarbakır, hizo que surgiera un debate sobre la “publicidad del juicio”. El abogado de Çoban, Resul Tamur, dijo en el juicio: “Las audiencias son públicas, ¿por qué no permiten entrar a los periodistas?”. En respuesta, el presidente del tribunal señaló a su propio guardaespaldas, que estaba sentado en la sala, y dijo: “Abogado, tengo un guardaespaldas dentro. Con él se hace publicidad”. El abogado dijo entonces: “El guardaespaldas tiene una pistola en la cintura, y el periodista tiene un bolígrafo en la mano. ¿Es el periodista más peligroso que el guardaespaldas? ¿Es por eso por lo que no le permiten asistir a la vista?”
El fiscal repitió la opinión que había emitido en la audiencia anterior, en la que pedía una pena de prisión, y exigió que se condenara a Çoban por “propaganda de una organización ilegal”.
Çoban, que asistió a la audiencia desde la cárcel a través del Sistema de Información Audiovisual (SEGBIS), hizo su defensa en kurdo. Su declaración fue traducida al turco a través de un intérprete. Pidió ser absuelto, afirmando que las noticias y publicaciones consideradas como actos delictivos por el tribunal se hicieron de hecho en el ámbito de la actividad periodística y que esto no era un delito.