El periodista kurdo Abdurrahman Gök fue condenado en Amed (tr. Diyarbakir) a un año y seis meses de prisión el jueves por "propaganda de una organización terrorista", es decir, el PKK. El periodista fue absuelto del cargo de pertenencia a una organización terrorista.

Gök es reportero gráfico y también es conocido internacionalmente por su trabajo periodístico. Gracias a su trabajo el público se enteró de la muerte del joven estudiante Kemal Kurkut, asesinado a tiros por un oficial de policía en la periferia de las celebraciones de Newroz en Amed en marzo de 2017, que fue de hecho un asesinato premeditado. Gök había presionado el disparador de su cámara ocho veces y documentó que la versión oficial, según la cual Kurkut era un "terrorista suicida", solo fue inventada por la policía. Sin embargo, el tirador fue absuelto.

Abdurrahman Gök asistió a la audiencia de hoy en la Sala 5 del Tribunal Penal de Diyarbakir, que se inauguró en febrero de 2021, acompañado por sus abogados defensores Resul Temur y Mehmet Emin Aktar. El juicio fue observado por colegas, incluido el copresidente de la Asociación de Periodistas Dicle Firat (DFG), Dicle Müftüoğlu. Los cargos contra Gök se derivan de una investigación preliminar de octubre de 2018. En ese momento, la Fiscalía General registró alrededor de 200 propiedades pertenecientes a organizaciones kurdas, instituciones de medios y locales del partido y arrestó a 141 personas. Más tarde se emitieron órdenes de arresto contra 25 de ellos por cargos de terrorismo vagamente redactados. Gök también fue detenido, pero fue puesto en libertad cuatro días después. En ese momento, el tribunal le impuso la prohibición de salir del país.

En sus comentarios finales, el acusado abordó la acusación de "propaganda terrorista" basada en sus informes sobre la lucha contra ISIS en el norte de Siria. Gök señaló la importancia de los periodistas en las zonas de guerra y dijo: "En el pasado, los informes de las zonas de conflicto también ayudaron a llevar a los criminales de guerra ante la justicia sobre la base de esta evidencia. En este contexto, los periodistas pueden documentar crímenes, contribuir a la protección de los derechos humanos, asegurar el castigo legal e inspirar la solidaridad internacional". El hecho de que sus fotos hayan sido tomadas en Kobanê no es prueba suficiente de un crimen, en eso tambi´en hizo incapié el periodista.

Gök reiteró su opinión de que fue acusado únicamente por su trabajo periodístico y pidió una absolución. Sus abogados defensores se sumaron a la moción. El tribunal no siguió la argumentación y condenó al periodista a un año y medio de prisión.