Encarcelaron, sin cargos, a 16 periodistas en Turquía
Durante tres meses, las y los trabajadores kurdos de los medios de comunicación han estado recluidos en prisiones turcas sin cargos. Las condiciones de detención son cada vez peores.
Durante tres meses, las y los trabajadores kurdos de los medios de comunicación han estado recluidos en prisiones turcas sin cargos. Las condiciones de detención son cada vez peores.
En Amed (tr. Diyarbakir), 16 trabajadores de los medios fueron encarcelados en junio. Las y los arrestados son la directora de la agencia de noticias de mujeres JinNews, Safiye Alagaş, el co-presidente de la Asociación de Periodistas Dicle Firat (DFG), Serdar Altan, el editor de la agencia de noticias de Mesopotamia (MA), Aziz Oruç, los dos editores del periódico en kurdo Xwebûn, Mehmet Ali Ertaş y Zeynel Abidin Bulut, presentador y ex editor de MA Ömer Çelik, presentadores Neşe Toprak y Elif Üngür, camarógrafos Mazlum Doğan Güler, Ibrahim Koyuncu, Abdurrahman Öncü, Suat Doğuhan, Ramazan Geciken, Lezgin Akdeniz y Mehmet Şahin, y Remziye Temel, contable de Piya Production. No se ha presentado ninguna acusación durante 83 días.
Periodistas exigen solidaridad
Las y los periodistas están detenidos en dos prisiones de alta seguridad en Amed. Están acusados de "pertenencia a una organización terrorista", es decir, el PKK. Como presas y presos políticos, están sujetos a condiciones penitenciarias particularmente severas.
El abogado Ülkü Şahin del Sindicato de Periodistas Turcos (TGS) visitó a las y los periodistas encarcelados en prisión. Şahin advirtió que gozaban de buena salud y pidió una mayor solidaridad. Durante la visita, las y los presos informaron sobre las condiciones de su detención y las violaciones a sus derechos.
Más de 40 grados en las celdas
Entre otras cosas, se mencionó que las celdas se calientan a más de 40 grados debido a las placas de metal en el techo. Aziz Oruç, Suat Doğuhan y Abdurrahman Öncü, detenidos en la Prisión de Alta Seguridad No. 1 de Diyarbakır, le dijeron a Şahin que no se les ha proporcionado refrigeradores desde que fueron trasladados en julio, no pueden beber agua fría a pesar de las altas temperaturas. Informan que la administración penitenciaria ignora por completo sus solicitudes. También se les niegan los derechos a las actividades sociales, al deporte y al ejercicio. Las y los presos enfermos no son llevados al hospital.
Todo monitoreado por cámaras
Las cuatro periodistas en la prisión de mujeres informaron que cada área de la sala, desde la puerta del baño hasta la de bienestar, está monitoreada por cámaras y tienen doble grillete durante el transporte. También contaron que los precios de las cantinas son demasiado altos y que sus familias no pueden pagar los costos. Además, se confiscan las cartas y se cobra un franqueo excesivo por los artículos. Las facturas de electricidad también se pasan a las y los presos.