En esta entrevista, Duran Kalkan, miembro del Consejo Ejecutivo de la Confederación de las Comunidades del Kurdistán (KCK), habla sobre la importancia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) con motivo del 46º aniversario de su fundación.
Kalkan ha hablado sobre cómo la capacidad de cambio ha permitido al PKK seguir fortaleciéndose a lo largo de las décadas a pesar de las circunstancias más adversas.
Nos acercamos al 46º aniversario de la fundación del PKK. Surgió en el escenario de la historia como un movimiento de liberación nacional, pero sin embargo, con los procesos de cambio y transformación que ha atravesado, se ha convertido en un movimiento que trasciende esta definición. ¿Cómo definiría al PKK hoy?
Como movimiento y como pueblo, nos acercamos al 46º aniversario del PKK y estamos entrando en el 47º año de la lucha por la libertad. Saludo a todos los camaradas, a las mujeres y a los jóvenes, a nuestras fuerzas guerrilleras, a nuestro pueblo, a nuestros amigos y amigas internacionales y, en particular, al fundador y líder de nuestro partido, Rêber Apo [Abdullah Öcalan]. En el 47º año de lucha, deseo un éxito extraordinario a todos y todas los que libran la lucha por la libertad. Al mismo tiempo, conmemoro con amor, respeto y gratitud a todas y todos nuestros heroicos mártires, empezando por el primer gran mártir de nuestro partido, el camarada Haki Karer, hasta nuestros mártires más recientes, los camaradas Asya y Rojger. Con ello, reitero nuestra promesa de lograr sus objetivos y mantener viva su memoria.
En estos últimos 46 años, el PKK siempre ha sido uno de los temas más discutidos en Kurdistán y Turquía. De hecho, esto no se limita a Kurdistán y Turquía; ha sido uno de los temas más discutidos en toda la región e incluso en el mundo. Esto es algo que sigue sucediendo hoy en día. Muestra la importancia del PKK para los kurdos, para Turquía, para Oriente Medio y el mundo, y para la humanidad. Muestra que tiene un gran significado y valor. De lo contrario, no habría tanta discusión. Aunque no se quiera mencionar demasiado, Suleyman Demirel, un político turco, tenía un dicho famoso: «Se apedrea al árbol que da fruto». El hecho de que se haya discutido tanto sobre este tema demuestra que ha dado muchos frutos. Porque los debates fueron multifacéticos, tanto positivos como negativos. Se escribieron las palabras más hermosas, los poemas más significativos y las canciones más conmovedoras sobre el PKK, y al mismo tiempo se lanzaron contra él las palabras más duras, los insultos y las llamadas más críticos. Cada uno lo evaluó según sus propios criterios y lo sigue haciendo.
Rêber Apo ha hecho las evaluaciones más hermosas, correctas y significativas de la esencia del PKK. Y, en primer lugar, son nuestros grandes mártires quienes lo han moldeado. Son camaradas como Mazlum, Hayri y Sara quienes han formado la definición del PKK. Vivieron como los miembros más hermosos del PKK y le dieron significado y un papel.
En el momento de la fundación del PKK, el mundo era diferente. Las luchas por la libertad también eran diferentes. Existía la Unión Soviética y los movimientos de liberación nacional –los movimientos de independencia y libertad de los pueblos colonizados– se desarrollaban en todo el mundo. La humanidad se encontraba en el punto del pensamiento más revolucionario, radical y libertario de la época. Eso fue lo que el PKK tomó como base. Se desarrolló y se fortaleció como un movimiento de liberación nacional dirigido por socialistas. Se definió de esta manera. Y esto era natural. Pero ya entonces, todavía no era exactamente igual a otros movimientos de liberación nacional. Por ejemplo, según la concepción que se tenía en aquel entonces, debería haber tenido una relación con la Unión Soviética, y aunque siempre definió a la URSS como un aliado estratégico, la Unión Soviética no reconoció la ideología y la lucha del PKK. No lo aceptó. Ya se había opuesto a las luchas kurdas en muchos períodos anteriores.
La diferencia surgió de esto: los kurdos fueron definidos como una sociedad bajo colonización y genocidio, pero las otras colonias del mundo son colonias de este o aquel Estado o de varios Estados. Kurdistán era una colonia de la estructura hegemónica global del sistema hegemónico globalizado de la modernidad capitalista, la estructura hegemónica global del sistema gobernante y estatista. Como tal, incluso si imaginaba un Estado-nación, siempre se encontraba en contradicción y conflicto con la unidad de los Estados-nación encarnada, por ejemplo, en la ONU. Eso es lo que lo hizo diferente desde el principio.
En este caso, el desarrollo fue diferente. Los marxistas consideran que el capitalismo desarrolla la conciencia y la organización nacionales, pero en el Kurdistán, como afirmó Rêber Apo, el capitalismo no desempeñó ese papel. De hecho, el capitalismo también impulsa la nacionalización, pero esta nacionalización no es la nacionalización de los kurdos, sino la nacionalización de los Estados que establecen la soberanía sobre los kurdos, de esos Estados, de las naciones que les dan una identidad: la nacionalización turca, la nacionalización árabe, la nacionalización persa. Para los kurdos y las kurdas, esto significa la extinción nacional.
A medida que la lucha en el Kurdistán continuó y se desarrolló, y a medida que las luchas socialistas y de liberación nacional en el mundo se desarrollaron aún más, estas diferencias aumentaron y se profundizaron. Y Rêber Apo evaluó cada desarrollo de este proceso y lo mostró al mundo. Como resultado, el sistema unió sus diferentes corrientes para poder lanzar un ataque conspirativo internacional para la aniquilación de Rêber Apo el 9 de octubre de 1998. No dio cabida a Rêber Apo, ni a la libertad y la independencia kurdas. Se volvió antagónico y hostil a los kurdos. Lanzó un ataque que preveía la destrucción de la existencia y la libertad kurdas. De este modo, por mucho trabajo ideológico y político y por mucha lucha armada, la realización de un Estado-nación como solución en el Kurdistán se hizo imposible.
La lucha por ello se encontró con el ataque de la conspiración internacional. Al analizar la conspiración y definir la lucha contra ella, Rêber Apo evaluó en profundidad la situación general y desarrolló lo que hoy se conoce como el cambio de paradigma. Rompió con la ideología del Estado-nación y convirtió al PKK en un partido de la nación democrática. El PKK dejó de ser un partido centrado en el poder y el Estado y se convirtió en un partido socialista democrático basado en la ecología social y la libertad de las mujeres. Cambió su mentalidad, su línea ideológica, su política, su programa, sus estrategias, sus tácticas y su estilo. De este modo, se definió un nuevo PKK.
El nuevo PKK está llevando a cabo una revolución de la verdad. Rêber Apo lo dejó claro en sus escritos desde la cárcel y afirmó que la revolución de la verdad es una revolución de la mentalidad y de la forma de abordar la vida; una revolución ideológica. Paradigmáticamente, el PKK ya no es un partido de poder-estatismo; ya no imagina una solución de Estado-nación. Se basa en la libertad de las mujeres. Es un partido de mujeres libres. Desde el principio, dio importancia a la liberación de las mujeres, pero poco a poco se transformó en un partido de liberación de las mujeres que pone la revolución de liberación de las mujeres en lo más alto de la agenda [el movimiento revolucionario kurdo identifica la liberación de las mujeres como el primer paso en pos de una liberación aún mayor de toda forma de propiedad, incluida la encarnada por los Estados-nación]. Al mismo tiempo, también es un partido ecologista. Rechaza el ataque imperialista y capitalista que imagina la destrucción de la naturaleza y de la sociedad. El PKK se opone a la destrucción y al consumo de la naturaleza. Naturalmente, un partido ecologista de este tipo tiene como base una sociedad moral y política. Ideológicamente, se basa en el individuo libre y en la comunidad democrática.
Otra característica del PKK es que dice lo que hace y hace lo que dice. No deja para más tarde la aplicación de lo que dice. Lo aplica dentro del partido, lo aplica en la guerrilla y en la lucha de las mujeres y de los jóvenes. El PKK pone en práctica su ideología y su mentalidad. Es un partido que prevé la unidad de pensamiento, acción y vida. Con el nuevo paradigma, esta característica se ha desarrollado y encarnado mucho más. El nuevo PKK puede definirse como un partido democrático-socialista basado en la libertad de las mujeres, la ecología social y la sociedad moral y política.
¿Qué ha logrado el PKK en las últimas décadas? ¿Cuál es la situación de los kurdos en el contexto del desarrollo y la transformación del PKK? ¿Qué ha cambiado y creado el PKK en la sociedad del Kurdistán? ¿Cómo ha afectado a los pueblos de la región?
Lo que ya he dicho con ocasión de los aniversarios anteriores se puede repetir aquí. Estas preguntas también se pueden plantear al revés. En otras palabras, ¿qué habría sucedido en los últimos 46 años si el PKK no hubiera existido? ¿Cuál sería la situación de los kurdos y del Kurdistán? A partir de esta pregunta, se puede intentar hacer una evaluación. ¿Qué habría sucedido entonces? El nombre de los kurdos habría sido olvidado. La identidad kurda habría sido completamente asimilada y habría desaparecido. La identidad kurda como identidad nacional, la sociedad kurda como estructura social, como una de las sociedades más antiguas que aún existen, habría desaparecido. No es una exageración. No son palabras forzadas para elogiar al PKK. La situación de los kurdos y las kurdas y la situación en el Kurdistán en el momento de la aparición del PKK y de Rêber Apo son conocidas.
Volvamos a esa época, recordémosla. ¿Cómo estaba organizada la sociedad kurda? ¿Era el kurdismo un valor que se aceptaba o era un valor que se ocultaba, se evitaba, se rechazaba y se negaba? Era esto último. Las fuerzas dominantes, colonizadoras y genocidas lo negaban, lo insultaban y hacían todo lo posible por destruirlo. El PKK acabó con todo eso. Reveló la identidad histórica del pueblo kurdo, renovó y cambió al pueblo. Lo unió en torno a valores comunitarios libres y democráticos y creó una situación totalmente nueva para la sociedad kurda. Creó al kurdo y a la kurda libres, la sociedad kurda libre, el sistema democrático y la vida, y lo hizo sobre la base de la libertad de las mujeres.
Lo hizo sobre la base de la ecología social. Lo hizo sobre la base del individuo libre y de la comunidad democrática, es decir, una sociedad compartida, una política libre de toda forma de explotación y opresión. Creó esa estructura y esos valores. Hizo que los kurdos y las kurdas estuvieran en paz consigo mismos, que se amaran a sí mismos y que abrazaran su propia identidad. El PKK les hizo vivir su propia verdad con entusiasmo y sin antagonismo. Este es un aspecto importante de la lucha. Hizo que los kurdos y las kurdas estuvieran en paz consigo mismos, que se comprendieran a sí mismos. Sin hacer enemigos de los demás, los ha unido para que vivan juntos y juntas como hermanos y hermanas, uno al lado del otro, juntos, bajo el paraguas de la nación democrática, dentro del sistema del confederalismo democrático.
Todos los acontecimientos en el Kurdistán llevan el sello del PKK. La identidad kurda no surgió con el PKK, por supuesto. Es una de las sociedades más antiguas de la historia. Los kurdos no resistieron sólo con el PKK. Toda la historia de la existencia de este pueblo se caracteriza por la resistencia. La vida en el Kurdistán, la vida en Mesopotamia, es toda una cuestión de resistencia. Los kurdos siempre han resistido, pero la resistencia de los últimos 50 años ha sido a través del PKK. En los últimos 50 años, fue el PKK el que marcó la resistencia, la representó y sacó a la luz todos los logros creados a través de ella. Fue pionero de la resistencia. Fue la sistematización y transformación gradual de los sentimientos, pensamientos y evaluaciones de Rêber Apo lo que se convirtió en vida. Comenzó con un individuo; de ahí se convirtió en un grupo, luego en un partido, se convirtió en una guerrilla y se convirtió en un pueblo. Durante décadas, la sociedad kurda ha estado gritando por todas partes la consigna: «El PKK es el pueblo; el pueblo está aquí». El PKK ha ido más allá de ser un partido. Ha ido más allá de ser un movimiento de libertad, un movimiento de resistencia. Se ha convertido en la cultura, la lengua, la historia, el estilo de vida y la identidad de un pueblo. Ha alcanzado una estructura que representa su pasado y su futuro. Hay una sociedad que se expresa a través de este partido. Esta sociedad encuentra sus valores más hermosos en el PKK y en Rêber Apo. Teniendo todo esto en cuenta, si no hubiera existido el PKK, no habría quedado nada en nombre del kurdismo y del Kurdistán.
El Kurdistán creado por el PKK y el Kurdistán no se parecen a ningún otro pueblo o país. Es una realidad social completamente diferente. Hoy es un centro de atracción para todos y todas, especialmente Rojava. Solía decirse que esta región era, especialmente para las mujeres, la zona más oprimida y esclavizada de Oriente Medio. La revolución de Rojava fue una revolución de liberación de las mujeres. Las mujeres tomaron una gran iniciativa y ganaron voluntad.
Rojava y la cuenca del Éufrates eran una zona en la que se entrelazaban muchos pueblos diferentes, donde se desarrollaban las contradicciones y los conflictos más intensos bajo la mentalidad y la política gobernantes y estatistas. Ahora todos ellos viven juntos bajo el techo del confederalismo democrático y la nación democrática, como hermanos y hermanas. No tienen problemas, contradicciones ni conflictos que no puedan crear soluciones por sí mismos. Se convirtió en eso en un tiempo muy breve. Se ha convertido en un modelo en una posición ejemplar. Se está formando una sociedad democrática. Ha habido una vida ejemplar sin poder ni Estado durante diez o doce años. Una vida que actualmente es única en el mundo. Por lo tanto, es un centro de atracción para todas y todos aquellos que buscan una nueva vida. Y hay muchas búsquedas de este tipo en el mundo, y encuentran la respuesta a su búsqueda en Rojava, en el paradigma de Rêber Apo.