En la declaración realizada por un gran número de ONGs y asociaciones, con el título "No se puede impedir el derecho de los pueblos a exigir información", los firmantes informan que muchas agencias de prensa kurdas fueron allanadas, y que los abogados de los periodistas no fueron informados del expediente. La declaración pide a las autoridades que pongan en libertad a los periodistas.

El comunicado añade que el periodo de detención de los periodistas se prolongó hasta el 16 de junio. "Aunque no se ha revelado al público ni a sus abogados ninguna información sobre el motivo de la detención de los trabajadores de la prensa kurda, las acusaciones formuladas por algunos órganos de prensa son una continuación de las campañas de descrédito de los periodistas kurdos y de las políticas de criminalización de los tiempos anteriores".

El comunicado señala que las detenciones son una violación de la libertad de prensa garantizada por la Constitución y por diversos convenios internacionales. Pide que se ponga en libertad a los periodistas lo antes posible.

Turquía toma la delantera en la restricción de la libertad de prensa

El comunicado subraya que Turquía se sitúa a la cabeza de los países que restringen la libertad de prensa y de expresión.

"Aunque tras el primer paquete judicial se introdujo una enmienda que decía que la crítica y la publicación de la comunicación no pueden considerarse un delito, es una práctica ilegal y arbitraria detener a los periodistas por sus publicaciones. Los procedimientos de detención de los trabajadores de la prensa kurda demuestran que se mantiene el acoso judicial. Instamos a las autoridades a que no consideren el periodismo como un delito, ni se dirijan a ellos. También instamos a las organizaciones no gubernamentales y a las organizaciones de prensa de Turquía a mostrar una fuerte solidaridad con los 21 trabajadores de prensa kurdos".