El miércoles, un dron turco atacó un automóvil del canal Jin TV, que informa sobre la actualidad y los antecedentes desde la perspectiva de las mujeres. Necimedîn Feysel Hec Sînan, el conductor del vehículo que circulaba por la carretera Qamishlo-Amude, murió en el ataque y la periodista Delila Ağît resultó herida.
La Unión de Mujeres de la Prensa (YRJ) del noreste de Siria se reunió frente a la Oficina del Comisionado de las Naciones Unidas para los Migrantes en Qamishlo y denunció el ataque turco.
Decenas de periodistas asistieron a la acción en la que Evîn Îbrahîm, miembro del YRJ, condenó los ataques turcos, cada vez más frecuentes, desde el comienzo de la revolución en el noreste de Siria.
Evîn Îbrahîm señaló que las fuerzas de ocupación también han estado atacando a periodistas que exponen los crímenes que han cometido en la región.
Îbrahîm pidió a todas las partes internacionales, en particular a las responsables de la protección de los y las periodistas, que cumplan con sus deberes morales y no guarden silencio ante los ataques selectivos del Estado turco contra periodistas.
Hablando después, el co-presidente de la Unión de Prensa Libre (YRA), Dilyar Cizîrî, señaló que el Estado turco ataca a los periodistas para encubrir sus crímenes y violaciones en la región.
Cizîrî afirmó que los ataques anteriores del Estado turco ya se habían cobrado la vida de muchos periodistas, incluidos İsam Ebdullah y Seed Ehmed, que habían estado documentando las atrocidades contra la población civil en las regiones de Serêkaniyê y Dêrik.
Dilyar Cizîrî prometió que los periodistas seguirían los pasos de sus colegas caídos y pidió a los responsables de proteger a los periodistas que expresen su postura y tomen medidas urgentes contra estos ataques.